ASCENSIÓN NUEVA
TIERRA. Ascensión.
El Salto Cuántico de la
Conciencia Humana: cambio dimensional, reestructuración del adn, reconstrucción
del sistema nervioso y elevación de la frecuencia celular.
Fuente desconocida. Publicamos este artículo por su interés.
EL GRAN SALTO CUáNTICO - Supremacía DE LA ESPECIE HUMANA.
Sabio no es aquel que tiene su mente atiborrada de información. La verdadera
sabiduría consiste en poder ser felices en el mundo tal como es, sin pretender
acomodarlo como a nosotros nos gustaría que fuera. Tu paz interior y tu
felicidad dependen de aceptar que no puedes elegir lo que crees que debería ser,
pero que sí puedes escoger como quieres ver lo que ya tienes. Cuando juzgas como
buena o mala una situación confundes la realidad con tu interpretación de ella.
Entonces harás que la paz sea imposible para ti, porque tendrás tu mente
enfocada en conflictos. Y, por ley de correspondencia, conflictivas serán
también las experiencias que el mundo exterior te brinde.
El doctor Hans Jenny (1904-1972), médico y científico suizo, estudió las
relaciones entre materia y energía y, respaldado por una metodología muy bien
documentada, que puede ser reproducida en los laboratorios, construyó el
fundamento de una nueva ciencia, a la que llamó "Cimática" (Cymatics). Catorce
años de experimentación le llevaron a comprobar que el mayor o menor grado de
complejidad molecular y evolutiva de un ser depende de las frecuencias de
energía que reciba su cuerpo. Una dimensión es la amplitud determinada de
frecuencias vibratorias, que producen en la materia un diseño particular de
patrones biológicos. Cambia la frecuencia, y el cuerpo muta en forma
correspondiente. ¿Es eso lo que está ocurriendo entonces con la vida en la
Tierra, considerando que estamos siendo bombardeados por energías de altísima
frecuencia, procedentes del sol central galáctico?
Observemos algunos efectos inmediatos... ¿Has notado como el tiempo se acelera
cada día más? Ciertamente, parece transcurrir más rápido porque nuestras células
han acelerado su pulso, para adaptarse al incremento del pulso de la Tierra
(frecuencia Schumann). Y de la velocidad de ese pulso depende nuestra percepción
del tiempo. El tiempo se ha estado acelerando y continuará haciéndolo en la
medida en que nos aproximemos al momento crítico del cambio dimensional. La
llamada resonancia Schumann, o pulso de la Tierra, antes era una constante de
7.8 hertzios, ahora ha subido a 12, y tendrá todavía que elevarse a 13 hertzios.
Cuando alcance ese punto, llegará el umbral donde nos estabilizaremos en una
octava superior de frecuencia, y se iniciará para nosotros otra etapa de la
creación, en una realidad diferente. Créelo, o no, ahora vives la transición,
entre el tiempo lineal que bien conoces, y el infinito del eterno "ahora".
¿Qué nos ocurre físicamente, cuando se elevan las frecuencias de luz que
recibimos? Igual que en los experimentos de Jenny, un ser vivo recibe esta
energía como nueva información, que molecularmente se codifica en el ADN y lo
transforma. El primer paso del cambio es hacia el caos, porque el modelo
anterior debe disolverse, antes de que se pueda manifestar lo nuevo. En el
siguiente paso los patrones se reorganizan en un orden más complejo, produciendo
organismos más perfectos. Si tú eres de aquellos preocupados porque tu energía
opera con muchos altibajos, a veces precipitándote en un estado de intensa
fatiga; y además oscilas emocionalmente entre la depresión y la euforia. ¡No, no
eres un psicópata bipolar! Simplemente todo tu cuerpo está tratando de afinarse
a las nuevas frecuencias de luz. Igual que cuando vas a captar una emisora de
radio, tienes que mover hacia adelante y hacia atrás la sintonía hasta captar el
punto exacto, así, ahora, oscilas de un estado a otro, hasta lograr un
equilibrio. Ese mismo proceso, físico y emocional, vuelve y fluctúa cada vez que
la frecuencia del planeta se eleva un grado más.
Muchas personas, jóvenes y viejas, están presentando fallas de memoria. Esto se
debe a la caída acelerada del campo magnético de la Tierra, que produce ese
efecto, porque el magnetismo es como el adherente que atrapa los recuerdos. Para
poder asimilar lo nuevo, el disco duro de nuestro computador interno necesita
ser apagado y luego encendido nuevamente. El nacimiento del ser humano nuevo se
dará en el momento en que el campo magnético de la Tierra alcance el punto 0.
Solo en esa circunstancia se hace posible completar la re-configuración de todos
nuestros patrones genéticos, y hacerlos aptos para la vida en una dimensión más
elevada. La remodelación del ADN produce oleadas de fatiga y dolor. Hay un
período agudo, cuando las frecuencias más altas impactan nuestro cuerpo, seguido
de un tiempo más suave de asimilación. Durante el ciclo agudo hay necesidad de
dormir y descansar más. Hay que advertir que todos estos síntomas son
temporales, durarán mientras la Tierra completa su trabajo de parto, y con ella
pasaremos por un nuevo nacimiento a la quinta dimensión.
Si por ahora no puedes concentrarte en nada, comprende que tu cuerpo se está
adaptando a los cambios de la Tierra, y tu cerebro y tu sistema nervioso están
en reconstrucción. Es posible que los dolores del cuerpo se hayan intensificado
especialmente del lado derecho, y sientas una punzada permanente en la base del
cráneo, y en las caderas. Tal vez, sin causas médicas exista molestia en las
rodillas, las piernas y las articulaciones, y un calor interno recorra tu cuerpo
produciendo vibración y una sensación quemante. Si tu corazón a veces acelera
sus latidos sin razón. Felicitaciones, eso significa que ya estás activando tu
cuerpo de Luz.
El proceso es simple. Las frecuencias elevadas, que están llegando a la Tierra,
activan y aceleran la vibración de nuestras células, y ellas reaccionan
irradiando calor hacia los espacios vacíos que las rodean. Esta implosión
despierta algunos códigos dormidos del ADN, y expande la información nueva hacia
los núcleos de otras células, las que también se activan. Así nuestro cuerpo es
el escenario de una re-configuración en cadena, que resultará en una expansión
de la conciencia, que es correspondiente con una forma material más sutil y más
perfecta. La mejor forma de comprender este proceso es tomando en consideración
que, a nivel molecular, el cuerpo físico contiene ondas de energía que responden
de inmediato a la interacción con frecuencias más elevadas, adaptándonos a ellas
haciendo cambios en nuestros patrones biológicos.
La consciencia es aquella posibilidad de comprender el sentido de la vida, según
un determinado nivel de percepción, para los ciudadanos de la Tierra, la
interpretación de la realidad ha estado hasta ahora firmemente anclada en la
tercera dimensión, o capacidad de percibir solo una franja muy estrecha de la
creación (el 10%), que fluctúa entre las frecuencias superior al infra-rojo y
por debajo del ultra-violeta. Por eso el cerebro del ser humano, que funciona
como una caja de resonancia, ha activado solo ese 10% de su capacidad; mientras
duermen el 90% restante de sus posibilidades, porque corresponden a frecuencias
de otras dimensiones de luz, que no estamos afinados todavía para experimentar.
Lo que define cuál ha de ser la matriz de consciencia de una unidad, llámese
planeta, o ser humano, es la energía de luz que estamos capacitados para
asimilar. En la tercera dimensión percibimos esa energía como dos ondas con
propiedades diferentes: electricidad y magnetismo. La porción eléctrica provee
la información de los códigos de creación, y la magnética es el aspecto que los
estabiliza. En esta forma las dos polaridades actúan coordinadamente para
mantener ese nivel de realidad.
Las frecuencias de luz se producen como pulsaciones, y el ritmo de las mismas
condiciona los ciclos. La Tierra, por ejemplo, es muy vulnerable a las emisiones
electromagnéticas de las explosiones solares que recibe cada once años, cuando
el sol completa un ciclo y pulsa. También existen ciclos galácticos, y cuando
uno de ellos termina, nuestro centro galáctico pulsa, disparando energías de
frecuencias electro-magnéticas altísimas, que cambian las matrices de vida en
toda la galaxia. Estas frecuencias viajan como ondas, llevando paquetes de
información nueva, que provocan un ordenamiento más complejo en todos los
niveles, desde el solar y planetario, hasta el molecular, con el consiguiente
salto quántico en la apertura de consciencia y la evolución de la vida.
Si comprendemos esto, estaremos ubicándonos dentro de la situación planetaria
que vivimos actualmente. Sabemos que desde 1987se ha incrementado en la Tierra
el impacto de fotones de luz de altísima frecuencia, procedentes del centro
galáctico. También hay ya confirmación científica de que, tal vez debido a este
bombardeo de energía, algunas constantes planetarias, como el magnetismo y la
frecuencia Schumann, (pulsación de la Tierra), han estado cambiando. De hecho
estamos ya muy cerca de un acontecimiento espectacular, que el ser humano no
conoce: se calcula que, antes de finalizar el año 2012, el magnetismo haya
alcanzado el punto cero, y la resonancia base de la Tierra, o frecuencia
Schumann, haya subido de 7.8 a 13 Hz. En el momento crítico en que esto suceda,
tendremos la oportunidad de vivir un cambio dimensional que pondrá fin a
nuestras limitaciones como seres humanos.
El primer movimiento hacia establecer un nuevo orden es el caos, y esto lo
estamos experimentando ahora. Todos los paradigmas existentes: a nivel del
gobierno, las instituciones, las religiones y creencias, los sistemas sociales,
familiares, de salud, etc. están resquebrajándose para finalmente sucumbir.
Paralelamente el clima, los elementos y la geología de la Tierra también están
convulsionados. Desde el 13 de abril del año 2002 la nueva matriz de creación, o
rejilla energética, está ya completa, y gracias a eso, la nueva información
puede fluir, despertando la afinidad de quienes estén listos para asumir su
destino como seres humanos mas completos.
Al entrar nuevas energías a la Tierra, se afectan los sistemas políticos,
sociales, económicos y de creencias. Es por lo tanto una información nueva, con
experiencias vibratorias diferentes, incluyendo además, nuevos paradigmas
geológicos y climáticos. Todos los calendarios: Mayas, Tibetanos, Chinos,
Egipcios, etc., coinciden en que, en la época en que vivimos hoy, se dará un
cambio definitivo en la VIDA DE LA TIERRA. Es pues este tiempo, único en la
historia de la humanidad.
Si tú deseas participar en esta aventura más allá de ti mismo, hay un cambio de
configuración que debes hacer, para conectarte con la amplitud de onda que
incluye a toda la creación. La nueva configuración es la apertura hacia el
espíritu, reconectarse con nuestra verdadera naturaleza como seres de luz, que
además sirve como frecuencia de acceso a la supervivencia.
Vivimos ahora los tiempos de un gran cambio, un salto cuántico a nivel de la
conciencia colectiva como especie humana. La selección que hace cada uno y a
nivel global, para nadar con la marea cósmica del cambio, o, en contra de ella,
luchando inútilmente por la preservación de modelos anteriores ya caducos. El
siguiente paso que viviremos, es el despertar cósmico que experimentaran
nuestras células y códigos genéticos, cuando consigan afinarse al nuevo código
de creación, y cantar la canción de unidad con todo el universo, en ese momento
tanto la humanidad como nuestro planeta, dejaran de estar en riesgo de
extinción.
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