Tantra
Nueva Tierra
Preguntas y Respuestas
Más sobre la eyaculación y la búsqueda del "dios orgasmo"
Consulta:
He leído un libro llamado "El hombre
multiorgásmico" y algunos fragmentos de diversos libros de Osho. Mi pregunta es
la siguiente. Mediante la masturbación puedo retrasar la eyaculación durante
horas, incluso días en intervalos de tiempo regulares. El problemas es que
cuando estoy a punto de alcanzar el orgasmo puedo parar la eyaculación, aunque
siga masturbándome, pero no llego al orgasmo. ¿De qué manera podría llegar al
orgasmo sin eyacular?
R:
Lo que enseña el libro de "El Hombre
Multiorgásmico" son técnicas que se han sabido y utilizado desde siempre en el
Tantra para tomar control sobre nuestra propia energía y así poder pasar a la
vivencia de un tipo de sexualidad distinta. Lo que el Tantra enseña es que el
hombre no tiene porqué eyacular. No durante días o intervalos, sino nunca. El
Tantra enseña a desvincular el orgasmo de la eyaculación, y una vez admitido y
aprendido esto, la eyaculación se queda como un recuerdo del pasado, que aunque
practicada como lo único conocido por la humanidad durante siglos, deja de tener
interés para el tantrica que ha descubierto lo que hay más allá. El tantrica
utiliza la eyaculación únicamente para tener un hijo, y un hijo con "intención
consciente".
Hasta aquí el tema de eyaculación-orgasmo. Pero hay más. El tema, como el Tantra
enseña, no es solamente de simple técnicas que una vez aprendidas nos permiten
controlar la eyaculación. El tema verdadero en el Tantra es el de "curar"
nuestra mente, para que pueda "apartarse" y así poder vivir "lo real", el
momento presente, el ahora. Sin ese trabajo no es posible acceder a la
experiencia tántrica, que está más allá de la mente, que comienza en el corazón,
"la entrega", y que sólo aparece cuando hemos abandonado todos los "objetivos"
mentales de llegar a orgasmos o de llegar a ningún sitio. Quizá lo que no enseña
el "Hombre Multiorgásmico", al centrarse en las "técnicas", es que la
experiencia tántrica supone la trascendencia de la mente para poder vivir
(sentir) toda la intensidad de lo que hay en el momento. Cuando estamos
enfocándonos en hechos futuros (como el conseguir llegar a un orgasmo), estamos
realmente fuera del presente, viviendo otra vez una "película" mental que nos
impide sentir realmente. El tantrica se vacía como te decía de objetivos,
aprende a silenciar su mente y a elevar su energía al chakra del corazón, el
centro de la entrega sin mente, de la unión, de la fusión con lo que nos rodea.
Y ahí vive el éxtasis tántrico que está más allá de todas las técnicas y de
todos los orgasmos que tan afanosamente buscamos. Sin esto, las técnicas llegan
a quedarse en algo frió, incluso aburrido. Podemos aprender a controlar nuestra
energía por medio de técnicas, pero si no elevamos nuestra energía hacia el
corazón, no podremos disfrutar de la plenitud de sentirnos unificados.
Los orgasmos no son sino "picos de energía". No son realmente nada (aunque hemos
hecho un dios de ellos) y no tienen ninguna importancia en el Tantra. Cuando
hemos aprendido a no buscarlos. Cuando hemos sanado nuestra mente de todas las
imágenes compulsivas que nos arrastran. Entonces podemos acceder a ese otro
nivel del éxtasis, del corazón. Y cuando estamos ahí, los orgasmos vendrán o no
vendrán, pero no será importante pues ese "éxtasis" es algo que engloba a todos
los orgasmos. El éxtasis tántrico no es un máximo de energía en la curva de
excitación, sino un estado continuo de ser.
La masturbación puede ser útil al principio para experimentar como nuestra
energía no está sólo en la "conciencia genital" y excitatoria. Llegado un
momento el tantrica abandona esa práctica de la masturbación, como algo sin
sentido que ancla a la compulsividad de la mente y las emociones, en una
película virtual desligada del sentimiento y del corazón. El tantrica no tiene
necesidad de vivir realidades virtuales creadas por la mente. Simplemente vive
profundamente el ahora desde la entrega, desde el corazón, y desde allí
simplemente espera y acepta lo que la propia energía le va trayendo.
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