Escuchar en voz Lección 249 El perdón nos ofrece un cuadro de un mundo en el que
ya no hay sufrimiento, es imposible perder y la ira no tiene sentido. El
ataque ha desaparecido y a la locura le ha llegado su fin. ¿Qué
sufrimiento podría concebirse ahora? ¿En qué pérdida se podría incurrir?
El mundo se convierte en un remanso de dicha, abundancia, caridad y
generosidad sin fin. Se asemeja tanto al Cielo ahora, que se transforma
en un instante en la luz que refleja. Y así, la jornada que el Hijo de
Dios emprendió ha culminado en la misma luz de la que él emanó. Padre, queremos devolverte nuestras mentes. Las hemos traicionado,
sumido en la amargura y atemorizado con pensamientos de violencia y
muerte. Ahora queremos descansar nuevamente en Ti, tal como Tú nos
creaste. |
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