Escuchar en voz
Padre, me
diste todos Tus Hijos para que fuesen mis salvadores y mis consejeros de
visión; los heraldos de Tu santa Voz. En ellos Tú te ves reflejado y en
ellos Cristo me contempla desde mi Ser. No permitas que Tu Hijo se
olvide de Tu santo Nombre. No permitas que Tu Hijo se olvide de su santo
Origen. No permitas que Tu Hijo se olvide de que su nombre es el Tuyo.
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