Escuchar en voz Lección 321 No entendía lo que me podía hacer libre, ni lo que era
mi libertad o adónde ir a buscarla. Y así, Padre, busqué en vano hasta
que oí Tu Voz dirigiéndome. Ahora ya no deseo seguir siendo mi propio
guía. Pues la manera de encontrar mi libertad no es algo que yo haya
ideado o que comprenda. Pero confío en Ti. y me mantendré consciente de
Ti que me dotaste con mi libertad por ser Tu santo Hijo. Tu Voz me
dirige, y veo que el camino que conduce hasta Ti por fin está libre y
despejado. Padre, mi libertad reside únicamente en Ti. Padre, mi
voluntad es regresar. Hoy respondemos por el mundo, el cual será liberado junto con
nosotros. ¡Qué alegría encontrar nuestra libertad por el inequívoco
camino que nuestro Padre ha señalado! ¡y cuán segura es la salvación de
todo el mundo cuando nos damos cuenta de que sólo en Dios podemos
encontrar nuestra libertad! |
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