Escuchar en voz Lección 329 Padre, pensé
que me había apartado de Tu Voluntad, que la había desafiado, que había
violado sus leyes y que había interpuesto otra voluntad más poderosa que
la Tuya. En realidad, no obstante, no soy otra cosa que una extensión de
Tu Voluntad que se extiende continuamente. Eso es lo que soy, y ello
jamás ha de cambiar. Así como Tú eres Uno, yo soy uno Contigo. Eso fue
lo que elegí en mi creación, en la que mi voluntad se hizo eternamente
una con la Tuya. Esa decisión se tomó para siempre. No puede cambiar ni
oponerse a sí misma. Padre, mi voluntad es la Tuya. Estoy a salvo,
tranquilo y sereno, y gozo de una dicha interminable porque así lo
dispone Tu Voluntad. |
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