Escuchar en voz Lección 342 Te doy
gracias, Padre, por el plan que ideaste para salvarme del infierno que
yo mismo fabriqué. No es real. Y Tú me has proporcionado los medios para
comprobar su irrealidad. Tengo la llave en mis manos, y he llegado hasta
las puertas tras las cuales se halla el fin de los sueños. Me encuentro
ante las puertas del Cielo, sin saber si debo entrar y estar en casa. No
dejes que hoy siga indeciso. Quiero perdonar todas las cosas y dejar que
la creación sea tal como Tú quieres que sea y como es. Quiero recordar
que soy Tu Hijo, y que cuando por fin abra las puertas, me olvide de las
ilusiones ante la deslumbrante luz de la verdad, conforme Tu recuerdo
retorna a mí. Hermano,
perdóname ahora. Vengo a llevarte a casa conmigo. Y según avanzamos, el
mundo se une a nosotros en nuestro camino a Dios. Repaso para
la lección de hoy:
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