Escuchar en voz Lección 99 La salvación y el perdón son lo mismo. Ambas cosas
implican que algo anda mal, algo de lo cual es necesario que se nos
salve y se nos perdone; algo impropio que necesita corrección; algo
aparte o diferente de la Voluntad de Dios. Ambos términos, por lo tanto,
implican algo totalmente imposible, pero que, sin embargo, ha ocurrido,
dando lugar a un estado de aparente conflicto entre lo que es y lo que
nunca podría ser. La verdad y las ilusiones están ahora a la par, pues
ambas han ocurrido. Lo imposible se convierte en aquello de lo que se te
necesita salvar y perdonar. La salvación se convierte ahora en la zona
fronteriza entre la verdad y las ilusiones. Refleja la verdad porque es
el medio a través del cual puedes escaparte de las ilusiones. No
obstante, no es la verdad porque cancela lo que nunca ocurrió. ¿Cómo podría haber un punto de encuentro en el que la
tierra y el Cielo se pudiesen reconciliar dentro de una mente en la que
ambos existen? La mente que ve ilusiones piensa que éstas son reales.
Existen en cuanto que son pensamientos. Sin embargo, no son reales
porque la mente que piensa estos pensamientos se encuentra separada de
Dios. ¿Qué podría unir a la mente y a los pensamientos
separados con la Mente y el Pensamiento que están eternamente unidos?
¿Qué plan podría reconocer las necesidades que plantean las ilusiones y
proponer medios con los que eliminarlas sin ataque o ápice alguno de
dolor, y no violar la verdad? ¿Que podría ser este plan sino un
Pensamiento de Dios mediante el cual se pasa por alto lo que nunca
ocurrió y se olvidan los pecados que nunca fueron reales? El Espíritu Santo conserva este plan de Dios en la
Mente de Dios y en la tuya, exactamente como lo recibió de Él. Dicho
plan no tiene nada que ver con el tiempo toda vez que su Fuente es
intemporal. No obstante, opera dentro del tiempo debido a tu creencia de
que el tiempo es real. El Espíritu Santo contempla impasible lo que tú
ves: el pecado, el dolor y la muerte, así como la aflicción, la
separación y la pérdida. mas Él sabe que hay algo que no puede sino
seguir siendo verdad: que Dios sigue siendo Amor, y que eso que ves no
es Su Voluntad. Éste es el Pensamiento que lleva las ilusiones a la
verdad, donde las ve como apariencias tras las cuales se encuentra lo
inmutable y lo seguro. Éste es el Pensamiento que salva y perdona, pues
no pone su fe en lo que no fue creado por la única Fuente que conoce.
Éste es el Pensamiento cuya función es salvar asignándote a ti su
función. La salvación es tu función, junto con Aquel a Quien se le
confió el plan. ahora se te confía a ti junto con Él. Él tiene una
respuesta para todas las apariencias sea cual sea la forma, el tamaño,
el volumen o los atributos que parezcan tener, y es ésta: La salvación es mi única función aquí. Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad. Tú que aún has de obrar milagros, asegúrate de
practicar bien la idea de hoy Trata de percibir la fuerza de lo que
dices, pues en esas palabras radica tu libertad. Tu Padre te ama. El
inundo del dolor no es Su Voluntad. Perdónate a ti mismo el pensamiento
de que eso fue lo que Él deseó para ti. Deja entonces que el Pensamiento
con el que Él reemplazó todos tus errores se adentre en los sombríos
lugares de tu mente que pensó los pensamientos que nunca fueron Su
Voluntad. Esa parte de tu mente le pertenece a Dios, al igual
que el resto. Dicha parte no tiene pensamientos solitarios, ni los hace
reales ocultándolos de Él. Deja pasar la luz, y ningún obstáculo te
impedirá ver lo que Él dispone para ti. Pon al descubierto tus secretos
ante Su benévola luz y observa cuán intenso es el fulgor con el que
dicha luz todavía resplandece sobre ti. Practica con Su Pensamiento hoy, y deja que Su luz
busque e ilumine todo rincón tenebroso, y que al brillar a través de
ellos los una al resto. La Voluntad de Dios es que tu mente sea una con
la Suya. La Voluntad de Dios es, tener solamente un Hijo. La Voluntad de
Dios es que Su único Hijo eres tú. Reflexiona sobre estas cosas durante
las prácticas de hoy, y da comienzo a la Lección que vamos a aprender
hoy con estas instrucciones relativas a la verdad: La salvación es mi única función aquí. La salvación y el perdón son lo mismo. Dirígete entonces a Aquel que comparte contigo tu
función aquí, y permítele que te enseñe lo que necesitas aprender para
poder dejar de lado todo miedo y reconocer a tu Ser como un amor que no
tiene opuesto en ti. Perdona todo pensamiento que se oponga a la verdad de
tu complección, unidad y paz. No puedes perder los regalos que tu Padre
te dio. No es tu deseo ser otro ser No tienes ninguna función que no sea
de Dios. perdónate a ti mismo la que crees haber inventado. El perdón y
la salvación son lo mismo. Perdona lo que inventaste y te habrás
salvado. Hay un mensaje especial para hoy que tiene el poder de
eliminar para siempre de tu mente cualquier forma de duda o de temor. Si
te asalta la tentación de creer que son reales, recuerda que las
apariencias no pueden resistirse a la verdad que encierran estas
poderosas palabras: La salvación es mi única función aquí. Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad. La única función que tienes te dice que eres uno.
Recuérdate esto a ti mismo durante los intervalos de tiempo que
transcurren entre los periodos en que das cinco minutos para
compartirlos Recuérdate a ti con Aquel que comparte el plan de Dios
contigo mismo lo siguiente: La salvación es mi única función aquí. De esta manera, depositas el perdón en tu mente y
dejas que todo temor sea suavemente descartado, para que el amor pueda
encontrar el lugar donde le corresponde estar en ti y mostrarte que tú
eres el Hijo de Dios.
COMPARTIR CON UN AMIGO/A:
Tabla completa de lecciones UCDM
¿Qué es Un Curso de Milagros? - Prefacio
Apúntate a la Lección del día de UCDM en tu email!
|
|
|
|
|