¿Quién es la luz del mundo
sino el Hijo de Dios? Por lo tanto, esto no es más que una
afirmación de la verdad acerca de ti. Es lo opuesto a una
afirmación de orgullo, de arrogancia o de autoengaño. No describe
el concepto de ti mismo que tú has forjado. No se refiere a
ninguna de las características con las que has dotado a tus
ídolos. Se refiere a ti tal como fuiste creado por Dios. Expresa
simplemente la verdad.
Para el ego la idea de hoy es el
epítome de la auto-glorificación. Pero el ego no sabe lo que es la
humildad y la confunde con la auto-degradación. La humildad
consiste en aceptar el papel que te corresponde en la salvación y
en no aceptar ningún otro. No es humildad insistir que no puedes
ser la luz del mundo si esa es la función que Dios Mismo te
asignó. Es sólo la arrogancia la que afirmaría que ésa no puede
ser tu función, y la arrogancia es siempre cosa del ego.
La
verdadera humildad requiere que aceptes la idea de hoy porque es
la Voz de Dios la que te dice que es verdad. Éste es uno de los
primeros pasos en el proceso de aceptar tu verdadera función en la
tierra. Es un paso gigantesco que te conducirá al lugar que te
corresponde ocupar en la salvación. Es una aseveración categórica
de tu derecho a la salvación y un reconocimiento del poder que se
te ha otorgado para salvar a otros.
Debes reflexionar hoy
acerca de esta idea tan a menudo como puedas. Es la respuesta
perfecta a todas las ilusiones y, por ende, a toda tentación. La
idea de hoy lleva todas las imágenes que tú has forjado de ti
mismo ante la verdad y te ayuda a seguir adelante en paz, sin
agobios y seguro de tu propósito.
Hoy se deben llevar a
cabo tantas sesiones de práctica como sea posible, aunque no es
necesario que ninguna exceda uno o dos minutos de duración. Debes
empezar cada sesión de práctica diciéndote a ti mismo:
Yo
soy la luz del mundo.
Ésa es mi única función.
por
eso es por lo que estoy aquí.
Piensa entonces en estas
afirmaciones por unos breves momentos, preferiblemente con los
ojos cerrados si las circunstancias lo permiten. Deja que te
vengan a la mente unos cuantos pensamientos afines y, si observas
que tu mente se aparta del tema central, repite la idea de hoy
para tus adentros.
Asegúrate de comenzar y finalizar el día
con una sesión de práctica. De este modo, te despertarás
reconociendo la verdad acerca de ti mismo, la reforzarás a lo
largo del día y te irás a dormir re-afirmando tu función y el
único propósito que tienes aquí. Estas dos sesiones de práctica
pueden ser más largas que las demás si te resultan útiles y deseas
extenderlas.
La idea de hoy va mucho más allá de la
mezquina opinión que el ego tiene de ti y de tu propósito. como
portador de la salvación que eres, esto es obviamente necesario.
Éste es el primero de una serie de pasos gigantescos que vamos a
dar durante las próximas semanas. Trata de empezar hoy a sentar
las bases para estos avances. Tú eres la luz del mundo. Dios ha
edificado Su plan para la salvación de Su Hijo sobre
ti.
En el lenguaje yóguico: Braman, el Todo no
manifestado, tiene un sólo Hijo, Maya, o la mente cósmica, energía
de la Shakti, que crea el mundo manifestado. El despertar de
la mente es el "despertar del Hijo a su verdadera naturaleza".
Sólo hay una verdad, que se manifiesta con diferentes palabras y
tradiciones. Todo es Uno.