Nunca los Seres celestiales les han
enviado a los seres humanos tanta
ayuda como ahora, y nunca entonces
ha habido tanta posibilidad para los
humanos de evolucionar: liberarse y
realizarse plenamente. El Cielo y el
universo están abriendo sus puertas
como jamás en la historia de este
mundo. Pero todo esto no es
gratuito; se lo han ganado. En los
últimos diez años se ha despertado
mucha más gente que en los últimos
mil años, y el proceso es ya
indetenible. Pero Nosotros y ustedes
queremos apurar este proceso, y el
universo y el Cielo están ávidos de
poder darles una ayuda y un
deslumbramiento aún más grandes. El
Cielo está lloviendo sobre ustedes
con sus más ricas y urgentes
bendiciones. Están ganando la
batalla contra la maldad, la locura,
las sombras. Pero aún les falta
caminar, transformarse, apurarse.
Están lográndolo; van a lograrlo.
Pero necesitan trabajar aún más
intensamente, más sacrificadamente,
con más lucidez, esfuerzo y
valentía. No podemos ayudarlos más
que si ustedes nos ayudan a
ayudarlos. Es esta la nueva dinámica
que están intercambiando el Cielo y
la Tierra. Es sólo en este estado de
creciente y tenaz apertura que
podemos bendecirlos y ayudarlos. Y a
eso vamos.
En otros tiempos la ayuda divina
venía a la Tierra porque los seres
humanos pedían con angustia y con
lágrimas la ayuda del Cielo, y esto
ha funcionado durante mucho tiempo.
Ahora el movimiento de la Energía
Universal creadora ha cambiado. Por
el trabajo espiritual de mucha gente
ha cambiado. Por eso estamos Aquí
Ahora, en los precisos momentos del
Gran Cambio de Era. Porque ustedes,
sufriendo y luchando, clamando y
desgarrándose, han alcanzado un
nuevo status de vida y de
conciencia. Han comenzado a
transformase ante la inminencia del
peligro y de la muerte. Y están
triunfando. Lo que ahora les falta
realizar, entonces, de dentro y de
fuera de ustedes, tiene nuevas
claves de realización. Ya no le
pidan nada a Dios: créenlo ustedes
mismos, pues ya han alcanzado
globalmente un estatus superior de
conciencia. Ahora la mayor ayuda de
Dios es esta: haberles dado la
posibilidad divina de crear
absolutamente todo lo que quieran.
Antes, la mayoría de los humanos
eran seres espiritualmente pasivos;
ahora no. Ahora muchos de ustedes
mismos están tomando su destino en
sus manos. Y es que sus manos se han
profundizado con un nuevo Amor y una
oración más intensa. Con su nueva
conciencia y su nueva
responsabilidad, están apurando la
nueva evolución del universo. Las
cosas ya no les serán dadas, sea que
las imploren o las lloren. Con la
nueva apertura de su ser y su
conciencia a un nivel más alto, han
alcanzado el estatus de creadores
espirituales de la nueva realidad
del universo, del mundo y de su
alma. Ya no le pidan nada a Dios,
porque ahora Dios está pidiéndoles
que ustedes mismos creen todo. Ahora
han comenzado a tomar conciencia de
que ustedes mismos son seres
divinos, hijos de Dios y hermanos de
los dioses.
Miren y oigan por todas partes: ante
la maldad y la locura de los
hombres, ante la destrucción humana
irreversible, ha surgido la más
grande esperanza del mundo y de la
historia. Ya no son, ya no serán
sólo unos pocos, como durante tantos
siglos y milenios, los que verán la
Luz última del universo antes de
morirse: ahora son muchos, son
millones los que pueden ver la
infinita Luz del universo y crear
todas las maravillas soñadas a lo
largo de los siglos, porque han
comenzado a sentir viva la Divinidad
dentro de ustedes, como jamás lo
habían hecho. Ya no le pidan nada a
Dios, entonces, pues Dios ha
comenzado ya a trasmitirles todos
los poderes de creación divina que
antes podían manejar sólo los
santos. No importa que todavía sigan
sufriendo como humanos: en medio de
sus sufrimientos, ahora mismo pueden
ya comenzar a crear como crean los
santos, los ángeles, los dioses. ¿No
ven que estamos dándoles todos los
medios, todas las herramientas,
todas las energías para que
resuelvan en ustedes mismos y en el
mundo todas las limitaciones, todos
los horrores, todos los imposibles
del pasado? Tienen ya la posibilidad
divina de vivir sin comer y aún así
alcanzar la inmortalidad, lo cual es
el estatus mismo de los dioses. ¿Qué
más pueden querer sino vivirlo?
Somos tantos ahora los dioses que
les decimos a todos los hombres del
mundo, de todos los países, de todas
las razas, de todas las culturas: Tú
Eres Yo porque Yo Soy como Tú Eres.
Jesús les dijo: Sean Uno entre
ustedes y sean Uno Conmigo así como
Yo y mi Padre Somos Uno. Es esta la
primera y la última Identidad del
Infinito-Ser con todos los seres.
Ahora basta querer para poder.
Practiquen “El Secreto” para que
puedan alcanzar todos los secretos.
El Secreto funciona, es más Real que
cualquier impotencia, desesperanza o
miedo. Ahora pueden crearlo todo con
el Amor y la Alegría. Sólo
practíquenlo. Insistentemente. Cada
día. Hay muchas enseñanzas que por
todas partes están llegando desde el
Cielo enseñándoles a los hombres y
las mujeres nuevos cómo crear
maravillas y milagros. El universo
puede darles todo lo que quieran,
pero para ello aprendan a sentir que
ustedes mismos son tan profundos,
tan grandes y poderosos como el
universo. Creando divinamente podrán
un día sobrepasar al universo
sobrepasándose a sí mismos. Por
difíciles y dolorosas que sean sus
pruebas, sus dificultades
familiares, laborales, financieras,
en vez de desesperarse concéntrense
profundamente en Dios en su Corazón,
sientan el más grande Amor y la
mayor Alegría por la certeza divina
de que están llenos de Dios y
rodeados de Dios, y creen desde ahí
todo lo que quieran, todo, toda la
felicidad, toda la belleza, todas
las riquezas del Cielo y de la
Tierra. Imaginen nítidamente lo que
anhelan, con todos sus detalles, y
luego canten plenos de Amor y de
alegría por su segura e infalible
Realización, y todo, todo lo que
quieren y quieran emergerá en un
estallido de Luz ante sus manos y
sus ojos. ¿Cómo podrán lograrlo si
no creen? Yo, Adama, les prometo
ante Dios y ante el universo que Es
Así y Así Será.
No podrán crear de golpe lo más
grande ni lo más maravilloso, pero
pueden lograrlo practicándolo,
practicando la creación divina.
Antes sólo unos pocos lo lograban.
Ahora no: la nueva Era ha comenzado
con una lluvia interminable de
energías, gracias, bendiciones y
poderes que están lloviendo sobre el
planeta entero y sobre su corazón.
Mientras más vivo lo sientan a Dios
en su corazón, más libres serán de
todos sus pasados, y más serenos y
poderosos serán para crearlo todo,
aun lo que hoy les es inconcebible e
inimaginable. No duden: sólo
háganlo. Practíquenlo y
practíquenlo. Cualquiera sea la
dificultad, por enormes que sean los
problemas, las deudas, las
urgencias, nada será imposible si
están instalados en el Centro de
Dios en el centro de su corazón, de
su oración interminable, de su Amor.
Así crea Dios, así crean los dioses
y los ángeles, así pueden y tienen
que crear los nuevos hombres y las
nuevas mujeres que crearán la nueva
humanidad. ¿Les parece extraño o
imposible?...
Practíquenlo, y después hablaremos,
de lo que hayan logrado o de lo que
aún no puedan lograr.
¿Saben lo que queremos para ustedes?
Queremos que sean puros, divinos y
todopoderosos, como Nosotros Somos.
Escúchenlo con su corazón: ¡ha
llegado la era en la cual todos los
seres humanos que lo quieran pueden
convertirse en dioses!...
Yo Soy Adama, Sumo Sacerdote de la
ciudad subterránea lemuriana de
Telos, y Les amo con Todo-Lo-Que-Soy
en Dios.
Mensaje canalizado por Arturo
Castañeda. En 2005 ha publicado
Revelación Divina en el Lago
Titicaca 1, LO QUE BUSCAS ESTA EN TU
CORAZON, libro dictado en Puno,
Perú, por Jesús y ángeles
arturocastanedal@hotmail.com
http://escritores-canalizadores.blogspot.com