Del mismo modo en que el Hijo de
Dios completa a su Padre, así también tu papel en el
plan de tu Padre completa dicho plan. La salvación
tiene que invertir la descabellada creencia en
pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas
separadas y recorren caminos separados. Cuando
mentes separadas comparten una sola función, se unen
en un solo propósito, pues cada una de ellas es
igualmente esencial para todas las demás.
La Voluntad de Dios para ti es
perfecta felicidad. ¿Por qué habrías de querer ir en
contra de Su Voluntad? El papel que Él ha reservado
para ti en el desarrollo de Su plan se te da para
que puedas ser restituido a lo que Él dispone. Este
papel es tan esencial para Su plan como para tu
felicidad. Tu dicha tiene que ser total para que
aquellos a los que Él te envía puedan entender Su
plan. Ellos verán su función en tu radiante faz, y
en tu risa feliz oirán a Dios llamándoles.
Eres ciertamente esencial en el
plan de Dios. Sin tu dicha, la Suya no es total. Sin
tu sonrisa, el mundo no se puede salvar. Mientras la
tristeza se abata sobre ti, la luz que el Propio
Dios designó como el medio para salvar al mundo se
atenúa y pierden su fulgor, y nadie ríe porque toda
risa no es sino el eco de la tuya.
Eres ciertamente esencial en el
plan de Dios. Del mismo modo en que tu luz aumenta
el fulgor de todas las luces que brillan en el
Cielo, así también tu dicha en la tierra exhorta a
todas las mentes a abandonar sus pesares y a ocupar
su puesto junto a ti en el plan de Dios. Los
mensajeros de Dios rebosan de dicha, y su júbilo
sana todo pesar y desesperación. Ellos son la prueba
de que lo que la Voluntad de Dios dispone para todos
los que aceptan los regalos de su Padre como propios
es perfecta felicidad.
Hoy no permitiremos que la
tristeza se abata sobre nosotros. Pues en tal caso,
no estaríamos asumiendo el papel que tan esencial es
para el plan de Dios y para nuestra visión. La
tristeza es señal de que prefieres desempeñar otro
papel en lugar del que Dios te ha encomendado. Y
así, no le muestras al mundo cuán grande es la
felicidad que Él dispone para ti, y, por
consiguiente, no reconoces que ya dispones de ella.
Hoy trataremos de comprender que
la dicha es nuestra función aquí. Si te dejas abatir
por la tristeza, no sólo no estarás cumpliendo tu
función, sino que estarás privándote a ti mismo de
dicha y al mundo también. Dios te pide que seas
feliz para que el mundo pueda ver cuánto ama Él a Su
Hijo y que Su Voluntad es que ningún pesar menoscabe
su dicha ni que ningún miedo lo acose y perturbe su
paz. Tú eres hoy el mensajero de Dios. brindas Su
felicidad a todo aquel que contemplas y Su paz a
todo aquel que al contemplarte ve Su mensaje en tu
feliz semblante.
Hoy nos prepararemos para esto
durante las sesiones de práctica de cinco minutos,
dejando que la felicidad brote en nosotros tal como
dispone la Voluntad de nuestro Padre y la nuestra.
Comienza los ejercicios con el pensamiento que la
idea de hoy presenta. Luego comprende que tu papel
es ser feliz. Esto es lo único que se te pide a ti o
a cualquiera que desee ocupar el lugar que le
corresponde entre mensajeros de Dios. piensa en lo
que esto significa. Estabas ciertamente equivocado
al creer que se te estaba exigiendo algún
sacrificio. De acuerdo con el plan de Dios tan solo
puedes recibir, sin jamás perder nada, hacer
sacrificio alguno o morir.
Tratemos ahora de encontrar esa
dicha que nos demuestra a nosotros, así como a todo
el mundo, lo que la Voluntad de Dios dispone para
nosotros. Tu función es encontrarla aquí, y
encontrarla ahora. Para eso viniste. ¡Ojalá que hoy
sea el día en que lo logres! Busca en lo profundo de
tu ser, sin dejarte desanimar por los pensamientos
pueriles y metas absurdas que pasas de largo a
medida que asciendes para encontrarte con el Cristo
en ti.
Él estará allí. Y tú puedes llegar
a Él ahora. ¿Que otra cosa preferirías contemplar en
lugar de Aquel que aguarda para que tú lo
contemples? ¿Que pensamiento pueril podría
detenerte? ¿Qué meta absurda podría impedirte
triunfar cuando es Dios Mismo Quien te llama?
Él estará allí. Eres esencial en
Su plan. Hoy eres Su mensajero. y tienes que
encontrar lo que Él quiere que des. No te olvides de
la idea de hoy entre las sesiones de práctica de
cada hora. Es tu Ser Quien te llama hoy. Y es a Él a
Quien respondes cada vez que te dices a ti mismo que
eres esencial en el plan de Dios para la salvación
del mundo.