Desde
la visión del yoga tántrico la muerte física es sólo una ilusión a la que la
inconsciencia de la pequeña mente limitada de la tercera dimensión sucumbe desde
la otra gran ilusión, la encarnación. Realmente nadie nace ni muere en este
mundo y la enfermedad es sólo la dejación de la mente dormida a la inercia y las
creencias de la propia inconsciencia. La muerte física no es nada importante
pues es una simple apariencia, un sueño que simplemente creemos ver, pero el
hecho de verla y de experimentarla, sin embargo es la gran derrota de la
conciencia humana.
El
Tantra Yoga nos enseña ancestralmente que nosotros no somos un cuerpo, que
nuestra realidad está mucho más allá como conciencia espiritual, como energía
cósmica unida a nuestro Ser Superior, el Yo Soy que canaliza la verdadera
naturaleza de Brahman, el Gran Espíritu que penetra todos los universos y todo
lo existente y no existente. Desde esta conciencia podemos ver fácilmente que no
somos un simple cuerpo vagando errante por el mundo tridimensional y jugando
juegos cuyo propósito real nadie sabe. Y podemos ver algo muy importante entonces: que el
cuerpo "no es una causa", sino un efecto. Esta visión sanadora nos salva y
libera de todas las esclavitudes a las que habíamos entregado nuestro poder aquí
en el mundo. Y desde esta visión ampliada a la conciencia de lo que
verdaderamente somos, podemos entonces elegir.
La
muerte física es una creencia fuertemente instaurada en el mental inconsciente colectivo de
esta humanidad esclavizada. No es importante irse de la Tierra a través de la
muerte física, pero todo ser de luz consciente debería tomar la
responsabilidad de irse conscientemente, la obligación como ser de luz de dar el
regalo a los demás de explicar porqué deja este plano a través de la muerte
física. Todo lo demás es sucumbir a la inercia de la inconsciencia y las
creencias y ha llegado la hora de ir más allá de esas viejas energías por mucho
maestro o yogui iluminado que se sea y tomar todo nuestro verdadero poder de
conciencias Crísticas en la Tierra.
La
ascensión física es el gran proceso actual y de los próximos tiempos ligado al
verdadero despertar de la conciencia humana. No es importante morir físicamente
o no morir. Pero si es importante la conciencia. Y la ascensión física es
importante como elección producto de una mente consciente y despierta.
Evidentemente la ascensión física no es para todos y la mayor parte de los seres
encarnados hoy en la Tierra está muy lejos de esa posibilidad de elección.
Pero
sí existen unos cuantos, unos miles o cientos de miles cercanos y con
posibilidades de dicha elección. Esos "cuantos" son los que pueden influenciar
decisivamente en el inconsciente colectivo del planeta. Y a "esos" es a los que
se ha hecho el llamamiento.
La
Ascensión de la Tierra necesita en los inmediatos tiempos venideros el número de
144.000 maestros ascendidos. Seres encarnados con conciencia crística que hayan
superado la ilusión de la muerte y de la conciencia corporal. Seres con el
chakra del corazón despierto. No es necesario un despertar crístico del 100%,
simplemente 144.000 seres humanos con una conciencia crística del 60% como
mínimo. Desde ahí todo lo demás se producirá por si solo.
Tradicionalmente el Tantra Yoga ha trabajado el despertar del cuerpo energético
a través de los chakras (el despertar de la energía Kundalini) para llevar la
conciencia más allá de la identificación tridimensional y permitir entonces la
"bajada" (download) del Espíritu, la unión del plano físico con el plano
espiritual. Un trabajo tradicionalmente oculto a la mayoría de las personas y
encerrado en un pasado de secretismo, que ahora en estos tiempos de ascensión
necesariamente se abre a todo aquel que esté preparado para ello.
Un
trabajo que desde la visión de la Totalidad del Tantra exige tocar todo lo que
somos o todo lo que hemos creído ser. Desde la conciencia corporal (el cuerpo
como templo del espíritu), la conciencia del cuerpo etérico y astral, la
liberación del cuerpo emocional y del cuerpo mental, hasta por supuesto la
trasmutación y la sanación de la energía sexual con toda la oscuridad, creencias
y vivencias erróneas allí acumuladas y ligadas principalmente a nuestros tres
primeros chakras, que impiden una relación de luz con el mundo en todos sus
diversos y múltiples aspectos.
Ese es
el trabajo del Tantra, no como la visión simplemente erótica y distorsionada que
muchas veces se ha transmitido a Occidente, sino como el verdadero trabajo de
despertar y de Ascensión Crística que siempre ha sido el Tantra como padre/madre
ancestral de la vía de liberación conocida tradicionalmente como "Yoga".
Más
información:
¿Porqué el Tantra? - Tantra y Ascensión, uniendo Oriente y Occidente
Un
saludo en el Amor y el Servicio,
Keshavananda
Ascensión Nueva Tierra
www.ascensionnuevatierra.es
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