Después de
las dos poderosas lunaciones del Weesak
(28-abril en Tauro y 27 de Mayo en
Géminis, con la conjunción por medio del
día 17 de mayo entre nuestro sol y
Alcyone, la estrella central de las
Pléyades) entramos de lleno en la
poderosa energía ascensional del verano
(invierno en el hemisferio sur),
que se plasma con el Solsticio del día
21 de junio y el gran portal
interdimensional que se abre a
continuación con la Luna llena del 26 de
junio con eclipse de Luna, la conjunción
de nuestro Sol con Sirio el día 5 de
julio y la Luna nueva del 11 de julio
con eclipse de Sol. El Solsticio
del día 21 y estos eclipses se producen
además coincidiendo con la alineación de
cuatro de los principales planetas del
sistema solar (Plutón, Saturno, Júpiter
y Urano) que junto con el Sol forman
desde el día 21 de junio una gran Cruz
Cósmica que se extiende a lo largo del
mes de junio y parte de julio. Esta gran
cruz cósmica se irá deshaciendo en el
mes de julio conforme el Sol avance
hacia el signo de Leo, pero su energía
quedará allí hasta agosto integrando a
Venus y Marte en la gran cuadratura que
alcanzará su punto máximo el día de la
Luna nueva del 10 de agosto.
Los eclipses son potentes aceleradores
de energía y estos dos eclipses de Luna
llena y Luna nueva después del
Solsticio, forman un portal o pasillo de
comunicación interdimensional.
Este pasillo de
comunicación interdimensional que se
produce en los meses donde el Sistema
Solar se sumerge más profundamente en el
cinturón de luz (banda o cinturón de
fotones) de la Galaxia, elevará mucho
más la vibración de la Tierra incidiendo
sobre el despertar de muchas más almas
todavía dormidas en la Tierra, que verán
despertar súbitamente sus capacidades de
conexión interdimensional y con su Ser
Espiritual.
Esto también traerá
lógicamente una mayor polarización de la
energía en la Tierra, entre las
conciencias despiertas y el viejo mundo
de la conciencia dormida del ego. Esta
polarización alcanzará su nivel de
máxima tensión en la mencionada gran
cuadratura que se producirá en la Luna nueva del 10
de agosto (03:09h GMT), donde Plutón, el
planeta de la muerte y la
transformación, en el signo de
Capricornio (signo de tierra, el signo
de las normas y las estructuras), se
situará en una gran cuadratura con los
principales planetas (Venus, Marte,
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno-sextil)
clamando por la destrucción de los
viejos sistemas y patrones y la apertura
a lo nuevo. Esta es la razón por la que
la afloración de la oscuridad y las
convulsiones continuas, tanto a nivel
social, político, económico y también en
lo personal, se está acelerando cada vez
más, junto con los eventos
medioambientales en la Madre Tierra
(terremotos, volcanes, catástrofes...)
que parece que no paran en los últimos
tiempos. Sencillamente estamos
asistiendo y vamos a asistir al derrumbe
de un viejo mundo y este derrumbe, como
en lo personal, es una crisis donde todo
lo oculto en la oscuridad tiene que
salir a la luz para poder verlo, darse
cuenta y así poder elegir otra cosa
(despertar).
La razón de
existir del poder en la oscuridad no es
más que la mente dormida. El poder en la
oscuridad es sólo el reflejo de un ser
humano dormido. Ese poder existe
únicamente debido a nuestro estado de
"dormidos". No hay nada contra lo que
luchar. No hay enemigos. No hay malos y
buenos. Nuestra única batalla es
despertar, "darnos cuenta" y salir de
nuestra esclavitud de la mente
programada y emocional de Matrix. Y todo
ese entramado de oscuridad se
desvanecerá ante una mente despierta a
su verdadero poder, que no puede ser
manipulada ni engañada con artilugios ni
trucos de magia. ¡Bienvenido este
momento de despertar masivo sobre el que
estamos ineludiblemente caminando!.
La Madre
Tierra no hace sino devolvernos lo que
nosotros, nuestra inconsciente
civilización, ha sembrado. Simplemente
creíamos como niños que nuestras
acciones contra la Tierra no tendrían
efectos y ahora estos se nos muestran
(nuestra propia creación) para que los
niños puedan ya ver y crecer. La Madre
Tierra no hace otra cosa que intentar
limpiarse del daño que sus hijos
perdidos la han inflingido durante largo
tiempo. Ella también se está purificando
junto con nosotros. En la medida que
comprendamos esto y tomemos conciencia,
podremos elegir que las cosas no sean
dolorosas. Podremos elegir el camino de
la luz, del amor.
La presencia de Urano
(energía impulsiva y disolutoria) en
Aries (signo de fuego regido por Marte,
el dios de la acción) desde el 28 de
mayo, ayudan a conformar el impulso
revolucionario del cambio sin
paliativos. Toda esta energía se
recogerá el día 17 de agosto con la
conmemoración del Aniversario de la Gran
Convergencia Armónica de 1987, que
inició el gran cambio planetario que
está viviendo de lleno la Tierra y la
humanidad en estos momentos.
La energía del momento actual
corresponde a la energía del tiempo
final. Toda la tremenda convulsión
político-social-económica que envuelve
ahora a la Tierra entera no es si no un
reflejo de este tiempo final de
despertar. El plazo se termina. El
tiempo para ver, para sanar, para
revisar el pasado, se acaba. Las viejas
formas de la "nueva era" enfocadas en la
sanación repetida una y otra vez son
ahora algo del pasado. La energía del
Cristo (la Kundalini-Shakti) viene, la
Diosa desciende a la Tierra. Se exige
ahora a los trabajadores de la luz una
decisión sin paliativos: dejar atrás las
viejas formas para asumir totalmente el
poder del Cristo desde la completa
entrega del corazón. Es un momento de
separación de la paja del grano donde
cada cual debe tomar una decisión final:
continuar del lado del ego, con sus
visiones limitantes, con sus
programaciones de la mente
pensante-emocional del pasado, o
entregarse a Eso que despierta en la
Tierra y que se encuentra más allá de
nuestros análisis racionales a los que
tan aficionados somos. Lo que viene y
está aquí, hará saltar todos los
grilletes de lo que hemos llamado la
mente racional que descubrimos que no
era otra cosa que la mente limitada y
programada del ser humano esclavizado a
la matrix de su propia creación. Una
matrix que ahora se derrumba
estrepitosamente y nos permite declarar
nuestra libertad como seres despiertos
conectados al Espíritu y a la
inteligencia y a la mente del universo.
Son
momentos estelares de la humanidad que
exigen a las conciencias despiertas o en
vías de despertar una congruencia y un
compromiso mayor con el Espíritu y con
la mente-corazón para dejar atrás ya las
viejas separaciones y temores de la
mente del ego, polarizada en el
hemisferio izquierdo masculino que sólo
ve competencia, lucha, separación,
análisis, dominio y control.
La mente
global o mente holística holográfica es
una mente donde ambas polaridades
(masculina-femenina, hemisferio
izquierdo-hemisferio derecho) se unen en
una sola visión del Espíritu Uno,
plasmada a través de esa activación de
la glándula pineal, que junto con la
pituitaria, realizan el puente de unión,
que a través de la activación del chakra
de la frente (tercer ojo) y del chakra
del corazón, nos lleva a un nuevo ser
humano ascendido en la Nueva Tierra. El
camino es ya lo femenino, como apertura
al corazón y a las facultades del
hemisferio derecho, y que corresponde a
los nuevos valores de unidad y de
compasión de la nueva era de fotones o
Era de Acuario.