ASCENSIÓN NUEVA
TIERRA. Conciencia.
La transformación de la
mente humana. Un mundo nuevo Ahora - Eckhtart Tolle
“Un mundo nuevo,
Ahora” de Eckhart Tolle
Por Alberto D. Fraile Oliver
El libro “Un mundo nuevo, Ahora”, de Eckhart Tolle merece una atención especial.
No es un libro cualquiera, es una verdadera bocanada de sabiduría. Su autor ya
publicó una obra anterior titulada el “Poder del Ahora” (Ed. Gaia) que supuso un
fenómeno editorial muy importante. Precisamente ese mismo fenómeno está
eclipsando la aparición de su tercer título, “Un mundo nuevo, ahora” (Ed.
Grijalbo). Este libro es una disección del ego y una explicación de la
revolución de la conciencia que está experimentando la humanidad en nuestro
tiempo extraordinarias, y por ello merece la pena leerlo y desde estas páginas
lo recomendamos efusivamente. Se trata de un libro que ha nacido con el sabor de
un clásico ya que traduce las enseñanzas espirituales al lenguaje de nuestro
tiempo de una manera magistral, clara y sencilla. Cualquiera que se adentre en
sus páginas se podrá percatar de que la persona que ha escrito este libro, sin
duda, es uno de los sabios de nuestro tiempo. de Alguien que ha tenido un
auténtico despertar de conciencia y lo comparte con transparencia.
En sus páginas, Tolle, indica la necesidad de que todos reconozcamos que el
estado “normal” de la mayoría de seres humanos contiene un fuerte elemento de lo
que podríamos llamar disfunción, e incluso locura. La mente humana es muy
inteligente. Pero esa misma inteligencia está viciada de locura y la ciencia y
la tecnología están magnificado el impacto destructivo que esa disfunción de la
mente humana ejerce sobre el planeta, sobre otras formas de vida y sobre los
humanos mismos. Todo ello está provocando un situación crítica: la destrucción
de los bosques que producen oxígeno y de otras especies animales y vegetales; el
maltrato a los animales en las granjas industriales; el envenenamiento de los
ríos, los océanos y el aire. Impulsados por la codicia, ignorantes de nuestra
conexión con la totalidad, los humanos persistimos en una conducta que, si
continúa sin control, no puede dar como resultado más que nuestra propia
destrucción. Podemos ser víctimas de la codicia de nuestro ego.
Frente a esta realidad, Tolle tiene una buena noticia: existe la posibilidad de
una transformación radical de la conciencia humana. Para ello, el primer paso
es, precisamente, reconocer la propia locura y eso pasa por desenmascarar al
ego, porque la disfunción de la mente humana centrada en el ego es la que está
poniéndonos en peligro.
Eckhart Tolle con el Dalai Lama
A esta pregunta es a la que magistralmente responde “Un mundo nuevo, ahora”. La
mayoría de la gente está completamente identificada con la voz de su cabeza –el
torrente incesante de pensamiento involuntario y compulsivo y las emociones que
lo acompañan- que podríamos describirla como poseída por su mente. “La voz
dentro de la cabeza tiene vida propia. La mayoría de la gente está a merced de
esa voz, está poseída por el pensamiento, por la mente. “Cuando eres
completamente inconsciente de esto, crees que el pensador eres tú. Eso es la
mente egótica. La llamamos egótica porque hay un sentido del yo (ego) en cada
pensamiento, en cada recuerdo, interpretación, opinión, punto de vista,
reacción, emoción. En términos espirituales, esto es la inconsciencia. Por
supuesto, tu pensamiento, el contenido de tu mente, está condicionado por el
pasado: educación, cultura, entorno familiar, etc. El núcleo central de toda la
actividad de la mente consiste en ciertos pensamientos y emociones repetitivos y
persistentes, y en pautas de reacción con las que nos identificamos con más
fuerza. Esa entidad es el ego mismo.”
El ego se alimenta de la atención de los otros, que, al fin y al cabo, es una
forma de energía psíquica. Necesita constante reconocimiento porque la acción
básica que gobierna toda su actividad es el miedo a no ser nadie, el miedo a no
existir, el miedo a la muerte. Todas sus actividades está concebidas en último
término para eliminar este miedo, pero lo máximo que puede hacer el ego es
taparlo temporalmente con una relación intima, una nueva posesión, una victoria
en esto o en lo otro. “El miedo surge porque el ego nace de la identificación
con la forma, y en el fondo sabe que ninguna forma es permanente, que todas son
efímeras. La conciencia de la impermanencia de todas las formas nos hace
despertar a la dimensión de la no forma que hay en nosotros y salir de la
prisión del ego que nos limita y nos conduce a luchar y competir constantemente
con la naturaleza y el resto de seres humanos.”
Consumismo
El ego tiende a equiparar tener con Ser –dice Tolle-. “Cuanto más tengo más soy.
El ego vive a base de comparaciones. El modo en como te ven otros se convierte
en cómo te ves a ti mismo. En la mayoría de los casos, el sentido de la valía
que tiene el ego está ligado a lo que vales a los ojos de los demás. Necesitamos
que otros nos den un sentido del yo. Y si vives en una cultura que equipara en
gran medida lo que vales con lo que tienes y cuánto tienes, si no podemos ver a
través de ese engaño colectivo, estaremos condenados a perseguir cosas durante
el resto de nuestra vida, con la vana esperanza de descubrir lo que valemos así
completar el sentido del yo. El ego se identifica con tener, pero su
satisfacción al tener es relativamente por profunda y dura poco”. Oculta en su
interior, sigue habiendo una arraigada sensación de insatisfacción. “Todavía no
tengo suficiente” que para el ego significa “todavía no soy suficiente”.
Lo que mantiene en marcha la llamado “sociedad de consumo” es el hecho de que
intentar encontrarte a ti mismo a través de las cosas no funciona. La
satisfacción del ego dura poco, y tú sigues buscando más, comprando,
consumiendo.
La identificación del ego con las cosas crea apego a las cosas, obsesión por las
cosas, lo que a su vez crea nuestra sociedad de consumo y sus estructuras
económicas, donde la única medida de progreso es siempre más. La búsqueda
descontrolada de más, de crecimiento infinito, es una disfunción y una
enfermedad. Es la misma disfunción que presenta la célula cancerosa, cuyo único
objetivo es multiplicarse, inconsciente de que está provocando su propia
destrucción al destruir el organismo del que forma parte.
Hay personas que han renunciado a todas sus posesiones pero tienen un ego más
grande que algunos millonarios. El ego espiritual también existe, algunos
lideres espirituales se creen hasta tal punto el papel que están representando
que está función se apodera de ellos y se convierten el papel que representan.
El contenido del ego ha cambiado, pero la estructura de mental que lo mantiene
vivo no cambió. Ningún ego puede durar mucho sin la necesidad de más. Así pues,
desear mantiene vivo al ego mucho más que tener. La inquietud, el insomnio, la
angustia, la insatisfacción son el resultado de deseos incumplidos.
“Hacer lo que se requiere de ti en cualquier situación, sin que ello se
convierta en un papel con el que te identifiques, es una lección imprescindible
en el arte de vivir, y todos estamos aquí para aprenderla. Te vuelves más
poderoso en todo lo que haces si la acción se realiza por si misma, y no como un
medio para proteger, realzar o dar forma a tu papel-identidad”.
En un mundo de personalidades que representan papeles pocas personas que no
proyectan una imagen creada por la mente, sino que actúan desde el núcleo
profundo de su Ser, las que no intentan parecer más de lo que son, sino que son
simplemente ellas, destacan entre las demás y son las únicas que representan una
verdadera diferencia en este mundo. Son los que traen la nueva conciencia.
Atrapado en el tiempo
Según Eckart Tolle, “la decisión de hacer que el momento presente sea tu amigo
representa el final del ego. El ego vive del tiempo. Cuanto más fuerte es el
ego, más se apodera el tiempo de tu vida”. La vida, que es ahora, se ve como un
“problema”, y acabas viviendo en un mundo de problemas que hay que resolver para
poder ser feliz, realizarte… El problema es que por cada problema que resuelves
surge otro. Mientras el momento presente se vea como un obstáculo, los problemas
no pueden tener fin.
“El tiempo –es decir, el pasado y el futuro- es lo que alimenta al falso yo
creado por la mente, y el tiempo está en tu mente. Es una estructura mental
necesaria para la percepción sensorial, indispensable para propósitos prácticos,
pero es el mayor impedimento para conocerte a ti mismo. El tiempo es la
dimensión horizontal de la vida, la capa superficial de la realidad. Pero
también está la dimensión vertical de la profundidad, a la que solo se puede
acceder por el portal del momento presente.”
Eliminar el tiempo de la conciencia –es decir, vivir solo el momento presente-
el eliminar
Más allá del pensamiento
Un porcentaje de la humanidad todavía relativamente pequeño, pero en rápido
crecimiento, está experimentando ya en su interior la descomposición de los
viejos patrones mentales del ego y la emergencia de una nueva dimensión de
conciencia. Según este inspirado escritor: “Lo que está surgiendo ahora no es un
nuevo sistema de creencias, una nueva religión, ideología espiritual o
mitología. Estamos llegando al final, no solo de las mitologías, sino también de
las ideologías y los sistemas de creencias. El camino va más allá del contenido
de tu mente, más allá de tus pensamientos. De hecho, la parte esencial de la
nueva conciencia es la trascendencia del pensamiento, la nueva capacidad de
elevarse por encima del pensamiento, de hacer realidad una dimensión dentro de
ti mismo infinitamente más vasta que el pensamiento.”
La mayoría de la gente se sigue identificando con el incesante torrente mental
del pensamiento compulsivo, casi todo repetitivo e inútil. No existe un yo
aparte de sus procesos de pensamiento y de las emociones que los acompañan. En
esto consiste estar espiritualmente inconsciente. El principal problema de la
existencia humana es pensar sin conciencia.
"La Nueva Conciencia": Vídeo de la Conferencia de Eckhart Tolle en Barcelona en Noviembre 2007 Descarga gratuita
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