El Tantra es un camino de sanación. La mente tiene que ser sanada de su diálogo interno automático y continuo que la impide entregarse al momento presente, al ahora. La mente ordinaria (la mente del ego ligada al hemisferio izquierdo) es una máquina automática que no para de generar pensamientos, ligados a creencias y experiencias del pasado. Podemos considerar realmente a la mente como una "máquina del tiempo". Todos los procesos de percepción de la mente, todos los pensamientos automáticos que aparecen en la pantalla de nuestra conciencia, están siempre referidos al pasado y al futuro. Realmente todo lo que la mente "está viendo", no es sino una proyección del pasado, la cárcel de la locura de algo que, tras milenios de domino y funcionamiento inconsciente, se ha convertido en una entidad por derecho propio fuera de todo control de la consciencia. Y desde esta cárcel de la locura de la mente (la cárcel de Maya-Matrix), vivimos y construimos el mundo como una continuidad del pasado de las creencias sobre nosotros mismos y el mundo.
La mente tiene que ser "desactivada" para poder llegar a la experiencia tántrica. Una mente sanada es una mente que actúa desde el corazón (mente-corazón), desde la conexión con lo que verdaderamente somos, nuestro verdadero Ser, el Espíritu en nosotros.
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