CONSIDERACIONES prácticas IMPORTANTES PARA ELEVAR LA energía

 

Los 7 chakras

 

 

 

 

 

 

 

Información facilitada por el sitio web
Ascensión / Tantra Nueva Tierra.

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    SI ESTáS SOLO/A

 

 

Si estás solo o sola, puedes decidir proyectar tu energía de dos maneras diferentes: utilizando tu energía genital (masturbación tántrica) o sin ella.

 

Si decides no utilizar tu energía genital, la experiencia se convierte en un meditación tántrica. Ponte en postura de meditación y comienza a respirar suave y lentamente con el abdomen. Mientras respiras concéntrate en el primer chakra, en la base de la columna y visualiza un tubo de color rojo que te une a la Tierra. Siente la energía de la Madre Tierra. Puede serte útil visualizar o sentir un paisaje de la naturaleza, la energía de las montañas, de las rocas, de los bosques o de los grandes espacios abiertos, como tu sientas. Deja que esa energía vaya entrando y llenando tu vientre con la respiración. Si eres mujer, pide a esa energía de la Madre Tierra que llene tu vientre, que ilumine todas las células de tu vagina y de tu útero con una energía de perdón y de amor. Si eres hombre haz lo mismo, pero elevando toda esa energía hacia el plexo solar, la boca del estómago, visualizando una luz dorada como el Sol, a la vez que sientes todo el amor, toda la vibración de vida de la Madre Tierra llenar tu vientre hasta el 3er chakra. Quédate ahí respirando y sintiendo.

Después de un rato comienza a respirar más profundamente llevando toda esa energía del primer chakra hacia el centro del pecho y reteniendo la respiración ahí por unos segundos mientras sientes la energía del corazón, una luz de color rosa que se expande más allá de ti, hacia todo lo que te rodea.

Pasado un tiempo sintiendo la energía del corazón, puedes comenzar a elevar con la respiración la energía de la Tierra más arriba, hacia el chakra de la garganta con cada inhalación, hacia el chakra del entrecejo y finalmente hacia lo alto de la cabeza. Con cada inhalación pon la lengua en lo alto del paladar y aprieta suavemente los esfínteres anales para impulsar la energía hacia arriba. Inhala muy suave y progresivamente y exhala de la misma forma, relajando lo esfínteres, hacia abajo con mucho control, sin expulsar de golpe. Esta respiración tiene que hacerte sentirte cómodo y en una sensación de paz y de conexión interna contigo mismo. Después de un rato de respirar de esta forma, sigue con la lengua en lo más alto del paladar y respira suavemente visualizando o sintiendo un tubo de energía que pasando por el centro de tu columna vertebral une todos tus chakras. Quédate ahí respirando por ese tubo que une la Tierra, desde tu primer chakra en la base de la columna y el Cielo por tu séptimo chakra en lo alto de la cabeza. Y siente en el medio la energía del corazón, del cuarto chakra en el centro del pecho. Es una energía que te expande, más allá de tu cuerpo físico. Ahora proyecta con cada respiración esa energía de tu corazón hacia todo lo que te rodea, comenzando por lo más próximo, la habitación en la que estás, la casa en la que vives, las calles que te rodean, tu ciudad, tu país, los países vecinos, y así, a toda la Tierra y todos los seres que en ella habitan, a la vez que pides que esa energía de paz de tu corazón llegue a los corazones de todos los habitantes de la Tierra, especialmente a los de los dirigentes de las principales potencias del mundo.

 

 

Si decides utilizar tu energía genital, las indicaciones anteriores también son de utilidad, sólo que tendrás que realizar alguna acción de autoexcitación a nivel genital. Utiliza tu imaginación y las caricias de tu cuerpo para subir el nivel de tu excitación sexual. Mientras la excitación va subiendo respira hacia arriba y no te dejes arrastrar por la sensación orgásmica que se acerca. Si eres hombre tendrás que estar muy pendiente de cuando el momento de la eyaculación se acerca, para no pasar esa raya donde la vuelta atrás ya no es posible. No te dejes arrastrar por ella pues la eyaculación sería normalmente el final y te impediría elevar toda esa energía, que se quedaría únicamente en el primer y segundo chakra. Cuando veas que el momento se aproxima, para de excitarte, relájate y respira hacia el pecho o hacia el entrecejo con la lengua en lo alto del paladar. Puedes utilizar ambas manos para en esos momentos de subida de intensidad acariciarte hacia arriba, elevando la energía hacia el pecho con tus manos. Poco a poco, según vas realizando ese juego de acercarte a la raya de eyaculación, retirándote a continuación y volviendo cuando la subida de la excitación ha remitido, tu energía ira elevándose y desfocalizándose de la zona genital, llegando un momento en el que podrás comenzar a sentir orgasmos expansivos por todo el cuerpo, no genitales, y que con la ayuda de tus manos y de tu intención, podrás dirigir hacia la experiencia de éxtasis en el pecho.

Si eres mujer realmente el trabajo es más fácil pues no tendrás que prestar atención a esa raya de la eyaculación. Simplemente aprende a que tu energía orgásmica puede ir mucho más allá y mucho más profundamente que el simple orgasmo clitorial. La excitación del clítoris puede ser una ayuda, pero toda esa energía debes llevarla hacia la experiencia del orgasmo interno de útero. Utiliza la respiración y las caricias de todo tu cuerpo para conectar con tu interior, con tu cuerpo interno a un nivel profundo. No te quedes en la simple sensación explosiva, copia del orgasmo masculino. Deja que tu energía sexual se expanda por todo tu cuerpo y vive la experiencia del orgasmo interno donde te puedes disolver con todo lo que te rodea.

 

Mientras vivimos esa energía sexual que se expande más allá de la genitalidad, bendecimos cualquier imagen o situación que hayamos utilizado en nuestra excitación y nos bendecimos a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, dando las gracias a la Tierra, a la vida misma que fluye por nosotros y extendemos esa bendición y ese agradecimiento a todo el planeta y a todos los seres que lo habitan, pidiendo la paz para todos los corazones.

 

 

 

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    SI TE REúNES EN GRUPO

 

 

La reunión en grupo no deja de ser una opción poderosa por la energía que siempre mueve el grupo.

 

La reunión de un grupo podría plantear la alternativa de una ceremonia de Maithuna, la ceremonia de la "gran unión" donde las parejas, sentadas cada una en su propio espacio o altar sagrado, comparten alrededor del altar central la experiencia de la sexualidad sagrada, la unión de Siva y Shakti, la fusión de lo femenino y lo masculino. Es esta una ceremonia de gran poder, donde se convoca lo sagrado en cada uno de nosotros y donde realmente lo espiritual y lo material se unen creando una gran energía que afecta a todo el grupo y a todo lo que le rodea. Sin embargo debemos de descartar a priori esta opción, dado el gran trabajo de limpieza emocional y energético previo que una ceremonia de maithuna necesita. El ceremonial del maithuna, para que se acerque a ese objetivo de poderosa ceremonia de unión espíritu-materia, en el polo opuesto de lo que podría ser una burda práctica de sexo en grupo o de orgía sexual, requiere de una guía experta y limpia y de un proceso previo de varios días de trabajos de sanación que nos permitirán luego trascender los parámetros del ego y encarnar, aunque sea de manera temporal, el poder del Ser en cada uno de los participantes.

 

De esta forma, la opción de reunión en grupo debería tomar la forma de una reunión donde se concentra la energía del grupo, se convoca el descenso del Espíritu a la materia, o en otra forma, la "ascensión" de la materia. Es muy importante trabajar sentados en círculo alrededor de un altar central donde no deben faltar los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua. Se comienza respirando con el abdomen y conectando nuestro vientre a la energía de la Madre Tierra. Se cantan mantras (Om Namah Sivaya, Om Shakti Namah) durante un rato y se realizan respiraciones cielo-tierra a través del canal central que corre envolviendo a la columna vertebral (ver las descripciones en la sección "SI ESTÁS SOLO/A"). El mantra Om cantado continuado es también muy poderoso para convocar la energía. La energía de la tierra (materia) y del cielo (espíritu) se unen en el chakra del corazón y proyectamos entonces esa energía al centro del círculo, como si hubiese un único corazón central. Dejamos a continuación que esa energía del centro del círculo se vaya expandiendo (la expandimos con nuestra intención) envolviéndonos completamente y a continuación extendemos esa energía más allá del círculo, más allá del lugar donde nos encontremos, hasta llevarla a todo el planeta y a todos los corazones, con la intención de que la paz descienda sobre todas las mentes y envuelva a la Tierra. Podemos hacer especial énfasis en aquellas zonas más conflictivas del planeta y en todos los seres envueltos en las mismas, así como todos los dirigentes y estamentos de poder responsables de la toma de decisiones.

Técnicas a parte, lo más importante es nuestra intención. El intento que ponemos para unir nuestras energías, para llamar a nuestro Ser Superior y para transmitir esa energía desde el corazón a todo el planeta. Las respiraciones, los mantras, las visualizaciones, etc. son herramientas maravillosas que nos ayudan a focalizar nuestra intención.

 

 

 

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    SI ESTáS EN PAREJA

 

    Si estáis en pareja, podéis decidir vivir la experiencia utilizando contacto genital o también sin él. En el caso de que no haya contacto genital, la experiencia se convierte en algo energético. A continuación aparecen las consideraciones para un acto sexual completo. Todas estas consideraciones desde el punto de vista de la energía, serían también validas para el caso de una experiencia no genital, con la excepción de todo lo referente a la penetración.

 

 

Después de poner un entorno apropiado - velas, incienso, esencias, cojines, telas, música de la nueva era... todo lo que induzca a la mente a una atmósfera de relajación y conexión con la sensualidad sutil - comenzad meditando uno frente al otro (entrando en un estado de profunda relajación). Después de un rato, comenzamos a respirar juntos.

 

Sentados frente a frente desnudos, a poder ser en postura de meditación sobre un cojín cada uno para elevar la pelvis, pon tu mano izquierda en el centro del pecho de la otra persona y conectad vuestras miradas. Mira a los ojos de tu pareja intentando ver "más allá". Intenta ver el alma a través de los ojos de la otra persona. Respirad uniendo vuestras respiraciones en una sola y simplemente permaneced así, con la mano en el pecho y respirando con las miradas conectadas, por un rato, unos minutos. No hay prisa. Deja que la respiración vaya trayendo la magia. Pasado un rato puede que comiences a sentir una emoción que te inunda. Algo que te lleva hacia la otra persona en una sensación de apertura, de atracción magnética, de unión íntima hacia ella. Lo podrás identificar como algo esencialmente diferente del mero "deseo sexual", que es más compulsivo y se mueve más abajo. Es la energía del corazón, la energía que ha ascendido hasta el chakra del corazón. En ese momento declarad vuestra intención conjunta, algo así como: "que esta energía de unión entre nosotros se expanda por toda la Tierra y traiga la paz y la sanación a todas las mentes".

 

Ahora podéis comenzar a acariciaros lentamente, a reconocer la maravilla de vuestros cuerpos, dejando que el deseo vaya aflorando, como una lenta y a la vez poderosa llama encendida. Huid del deseo compulsivo que como un incendio arrasador no deja nada a su paso. No os olvidéis de respirar mientras tocáis todo vuestro cuerpo y reconocéis su belleza, la magia de su expresión. Entre medias, según aumenta la excitación, podéis volver a poneos uno enfrente de otro y respirar de nuevo con la mano en el pecho. Esta vez intentad respirar de abajo hacia arriba, llevando vuestra atención al respirar desde la zona genital al centro del pecho y luego a lo alto de la cabeza, poniendo la lengua en lo más alto del paladar. También podéis practicar el contraer suavemente los esfínteres anales al inhalar desde abajo hacia arriba, poniendo al final toda vuestra atención en la frente o en lo alto de la cabeza, para luego exhalar lenta y suavemente hacia abajo relajando los esfínteres. Esta respiración repetida durante unos minutos os armonizará, desplazando vuestra energía de los chakras inferiores, de la energía genital.

 

Cuando sintáis entrar uno dentro del otro, hacedlo lentamente. El pene del hombre (lingan) debe "pedir permiso" al yoni (vagina) de la mujer. No es necesario preocuparse de la erección (por supuesto que es mucho más fácil si no usáis preservativos). Simplemente el hombre toma su lingan con la mano y deja que acaricie el yoni de la mujer. Si ambos os relajáis, si no hay tensión ni precipitación, si vuestra mente se olvida de querer llegar a ningún sitio y simplemente vive la sensación del ahora, la inteligencia propia del cuerpo se pondrá en funcionamiento. El lingan del hombre reconocerá la energía de un yoni amoroso que se abre a él y de la misma forma el yoni de la mujer se abrirá a un lingan amoroso que llama a su puerta. Esa inteligencia natural funcionará y hará en cualquier caso que el lingan del hombre vaya entrando en erección, mientras el yoni de la mujer se abre y lubrica para aceptarlo. El yoni de una mujer entregada puede lubricar grandes cantidades que permiten que el lingan del hombre entre incluso sin erección.

Una vez uno dentro del otro no os olvidéis de la respiración. Seguid contemplándoos con vuestra mirada e intentad que vuestra energía no se centre en la excitación. La excitación está ahí y es como el fuego poderoso que da energía a vuestra relación, pero no dejéis que ese fuego os arrase, convertirlo más bien en un "rescoldo" pacífico y calorífico.

 

Ahora podemos volver a respirar de abajo arriba dejando que nuestra energía vaya fluyendo de la zona genital hacia el pecho y hacia lo alto de la cabeza. Sentimos de nuevo esa sensación de unión con el cuerpo y el ser de la otra persona y recordamos que no es necesario llegar a ningún lugar. Aunque sea sólo por hoy, vamos a experimentar el no querer ir a ningún sitio. Simplemente céntrate en la sensación, olvídate incluso del orgasmo... y experimentarás la dicha y la magia de dos cuerpos fundidos el uno en el otro, de dos energías que se entrelazan y se convierten en una sola. Hoy vamos a probar el vivir nuestra relación de otra forma. No tiene porqué terminar. El hombre no tiene porqué eyacular. Tu mujer no te vas a preocupar de si llegas o no al orgasmo. Simplemente entrégate, aparta tu mente y conecta con la Diosa que tu eres y que es adorada a través del hombre que tienes delante. Reconoce esa energía masculina que se entrega a ti y venérala como parte de ti misma. Tu hombre te vas a olvidar por un tiempo de lo aprendido. Tu única función es entregarte a lo femenino. Entregar toda tu energía a la mujer que tienes delante... sin esperar nada a cambio, sin buscar tu descarga y tu satisfacción. Conviértete en el guerrero protector, en el venerador del templo, el guardián del grial. No te preocupes por creer que vas a perder algo. Ganarás mucho más que una simple descarga de autosatisfacción. Ganarás el éxtasis de fundirte con lo femenino fuera y dentro de ti.

 

Y así, nos olvidamos por hoy de todo lo aprendido acerca de la sexualidad. Vivimos el éxtasis del momento sin saber cuanto tiene que durar ni a donde tiene que llegar. No nos centramos en la descarga genital. Hoy nos olvidamos también del orgasmo. El orgasmo no es más que una subida repentina, un "pico" de energía. Pero no tiene en realidad gran valor frente a la experiencia de la fusión que podríamos considerar como un nivel de orgasmo continuo, de éxtasis. Si el orgasmo se produce está bien, si no también. Con nuestra intención y nuestra respiración dejamos que todas esa tremenda energía magnética de la sexualidad nos penetre por todo nuestro cuerpo y se expanda más allá, creando una esfera de energía que nos rodea y se funde con la de nuestra pareja en una sola esfera de luz que proyectamos al mundo. Recordamos ahora nuestro propósito del solsticio de invierno y proyectamos toda esa luz hacia todos los seres de la Tierra con un pensamiento de amor y agradecimiento por la paz que llega a través nuestro a todas las mentes. Podemos estar ahí el tiempo que queramos. No hay ningún sitio al que llegar. No hay un principio ni un fin. Simplemente escucharemos a nuestros cuerpos, dejaremos que nuestra energía superior nos guíe. Todo es apropiado. Si nos dormimos es apropiado. Si la sensación de éxtasis nos inunda y nos mantiene unidos durante horas también es apropiado. No vamos a juzgar nada. Sólo viviremos lo que hay. Y si aunque sea por un instante hemos sentido esa sensación de abandonarnos, de disolvernos en el otro con nuestra intención de llevar paz y amor a todos los corazones de la Tierra, algo importante habrá ocurrido en el mundo y en nosotros.

 

 

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NOTA PARA LAS RELACIONES HOMOSEXUALES

 

 

Todo lo expresado en esta página tiene igual validez para el caso de relaciones homosexuales, entre hombres, o entre mujeres. En ambos casos, aunque las personas sean del mismo sexo, la danza de lo femenino y de lo masculino, del yin y el yang, se encuentra ahí de la misma forma, pues está realmente en nuestro interior y la otra persona no es sino el espejo en el que miramos para reconocer dicha danza que está en nosotros.

 

La clave sigue siendo la misma: redirigir toda esa energía magnética que se produce al juntarse dos cuerpos para que no se quede en la simple experiencia genital de descarga (sobre todo en el hombre). Que ese redirigir la energía sexual nos permita acceder a estados energéticos elevados unidos a la energía del amor, de la unión (chakra del corazón), y proyectar entonces toda esa energía al mundo con nuestra intención de paz.

 


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LA GRAN invocación



Desde el Punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los seres humanos;
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los seres humanos;
Que el Christo (la energía crística) retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los seres humanos,
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los seres humanos,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan Divino sobre la Tierra. --- (Tres veces)

Que así sea y ASÍ ES.

 

 

     

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