El acto sexual tántrico lejos de ser el normal "forcejeo" egoico y emocional que caracteriza al acto sexual inconsciente, se convierte en una verdadera unión, "comunión", entre esas dos energías arquetípicas que representan el hombre y la mujer. A través de llevar plena consciencia a la energía y al acto sexual, los tantricas se funden en la energía del chakra del corazón (4º chakra - la energía de la unión) para disolverse posteriormente en la experiencia conjunta del samadhi tántrico o estado supramental de conocimiento del Ser. En este proceso, los tantricas recorren el camino de los chakras o centros principales de energía en el canal energético entre el Cielo y la Tierra que es el ser humano. Partiendo del deseo (vientre), la pareja tántrica eleva su energía sexual hacia la experiencia de la unión (pecho), para llevarla luego a la cabeza (coronilla) donde se realiza la experiencia de la meditación o disolución en el Todo. Es el camino de ascensión de la energía Kundalini, la fuerza divina primaria de la materia, que transforma a su paso la experiencia del ego (dos) en la experiencia de la fusión (uno) para después disolverse en el Espíritu (ninguno).