Consulta: ¿Exige el Tantra la práctica del vegetarianismo?. Hace poco tuve unas sesiones con un terapeuta ayurvédico, y éste me recetó carne de caballo varias veces a la semana.
R:
El Tantra como camino de Yoga, de consciencia
y de conexión con nuestra verdadera naturaleza divina, utiliza desde luego todo
aquello que puede contribuir a la elevación de nuestra mente inferior (la mente
automática del ego) y desde este punto, el Tantra es muy cuidadoso con cualquier
cosa que afecte nuestra energía y como no, con la alimentación, la cuál tiene
una gran influencia en nuestra mente y emociones.
Existen desde luego muchas razones para ser vegetariano y tradicionalmente la
mayoría de los caminos espirituales, sobre todo de Oriente, han estado ligados
al vegetarianismo o al menos al respeto por la vida. Occidente es distinto,
desde el momento en que nuestras religiones nos inculcaron "la superioridad del
ser humano sobre la creación".
Y aunque los humanos tenemos la gran cualidad de hacernos insensibles y utilizar
nuestras mentes para fabricar todo tipo de argumentos separados del corazón, del
sentimiento, la razón moral es evidente; para acabar con ese genocidio que
estamos cometiendo con los animales. Podría extenderme aquí sobre lo que es la
matanza de un caballo, animal muy evolucionado e intuitivo. Seguro que si
presenciáramos con el corazón lo que es la matanza de un caballo, se nos
desvanecería cualquier razonamiento para comer carne de uno de estos animales.
Mientras no seamos capaces de sentir el
sufrimiento que producimos en los animales, seguiremos separados de una parte de
nosotros mismos que se proyectará sobre el mundo: seguiremos esparciendo odio
por el mundo, seguiremos atados a la creencia de la muerte, despreciando la
vida, matándonos entre nosotros.
Todo tiene vida, hasta las plantas y las piedras, pero hay una ley de la luz en
el Universo que es: no matarás. Según mi entendimiento esta ley no se refiere
tanto al cuerpo, como al desprecio de la individualidad de la conciencia, del
Espíritu que se manifiesta a través de ella, cuando matas. Por eso no es lo
mismo comer vegetales que mamíferos u otros seres altamente evolucionados. Las
plantas no tienen conciencia individualizada, los animales, y sobre todo los
mamíferos sí. Las vacas, los caballos, los cerdos,... son animales superiores
muy próximos a la individuación. Algún día el ser humano tendrá que afrontar lo
que ha hecho con esos seres, al igual que otros seres del universo lo hicieron
con la especie humana, quedando atados kármicamente a nosotros.
Por otra parte está el hecho de que cuando comes carne, sobre todo de mamíferos,
estás comiéndote todas las emociones del animal en el momento de su muerte. Como
decía Jesucristo en el
Evangelio de los Esenios: no comáis de la muerte.
Realmente la humanidad arrastramos una historia con una gran inercia. No es de
extrañar que sea difícil escapar de ella. La carne sirvió en el pasado cuando
teníamos que hacer la guerra o vivir en un entorno de guerra, enfrentamiento y
miedo. Ahora ya no sirve. Para elevar el alma, la carne de animales (incluyendo
el pescado) no sirve. La carne baja la vibración energética y eso lo han sabido
siempre los yogis. Son alimentos "tamásicos" (tamas=muerte) que tienden a
embotar la conciencia y a impedir su despertar. También lo han sabido muchos
sabios de occidente, como Einstein, Leonardo Da Vinci, Pitágoras,… y muchos más.
Y lo sabemos todos los que llevamos ya varios años practicando realmente y con
conciencia el vegetarianismo. Los efectos sobre uno mismo son muy fáciles de
ver. No son ningún misterio.
Aparte de la cuestión moral (de gran efecto para nuestra conciencia) hay un
hecho energético y es cómo afectan los alimentos al fluir de la energía y de la
mente. A parte de que cada uno debe seguir su camino, según su propio
entendimiento, yo estoy convencido de que nos dirigimos a una nueva tierra, a
una nueva dimensión, a un nuevo ser humano, a pasos agigantados. Y en esa otra
dimensión, no me cabe duda de que no comeremos animales. No es posible acceder a
los planos sutiles de la conciencia y del cuerpo con la alimentación normal que
se practica. Nos dirigimos (estamos ya) a un ser humano multidimensional, cuyo
conciencia, cuya mente ya no estará anclada a la percepción del cuerpo mecánico
tal como hoy lo conocemos. Será un cuerpo sutil que irá más allá de las leyes
que hoy creemos ineludibles. Y todo eso tiene que ser hecho de otra manera. Ya
no vale la vieja conciencia de la 3ª dimensión y la alimentación del miedo y de
la guerra.
Mientras tanto, eso es verdad, cada uno debemos de tomar las decisiones según
sintamos, tanto más en este mundo de opiniones tan variado y polémico como es la
alimentación.
Pero quizá sería bueno empezar a ver las cosas más allá, como son. Siempre puede
haber un terapeuta, por muy ayurvédico que sea, que nos recomendará "carne de
caballo". Todo depende de donde miremos. El que se enfoca en el cuerpo,
prescribirá los "ladrillos" necesarios para el cuerpo y encontrará un montón de
razonamientos, grupos sanguíneos, hormonas, tipos de constitución... Todas
consideraciones y leyes de esa dimensión: del cuerpo. Consideraciones y leyes
que se vienen abajo en cuanto subimos de nivel, y nos vemos como seres
energéticos, seres espirituales. Se trata de mirar desde arriba no desde abajo,
como nos están demostrando las cada vez más numerosas personas que son capaces
de vivir sin comer. ¿Podría haber prueba mayor que esa, de que somos algo más
que un cuerpo y de que no estamos atados a las que hemos creído sus leyes?. Algo
que los yogis han demostrado desde hace miles de años, por otra parte. Así que
depende de como nos veamos. Yo ya hace tiempo que he decidido no verme como ese
cuerpo atado a sus leyes. Y entonces, ya no son necesarias las medicinas, los
ladrillos y las piezas que antes consideraba fundamentales para construir ese
cuerpo. Desde la conciencia del Espíritu que somos las reglas de este mundo y de
sus terapeutas se vienen abajo y aparece otro panorama donde la "magia" y los
"milagros" son posibles y naturales.
Como decía al principio el Tantra es un camino de consciencia y de impecabilidad
en todo lo que afecta a nuestra energía. Pero como todo tiene su “otro lado”,
todo camino tiene sus trampas, el Tantra comprendió muy bien que todo aquello
que nos ilumina también nos puede esclavizar y que de lo que al final se trata
es de trascender la mente ordinaria, el ego, con sus reglas, con sus creencias,
con sus significados. Y desde esta perspectiva el Tantra comprendió que no nos
podemos apegar a nada. Que las supuestas reglas beneficiosas para la conciencia,
devienen en cárceles del ego, cuando se convierten en normas y en reglas de la
mente. De esta forma, el Tantra incluye en la ceremonia del Maithuna el ritual
de los cinco elementos o Pancatattva, donde el tantrica consume, entre
otras cosas, carne y pescado, como símbolo del no apego a ninguna regla ni idea
fabricada por la mente humana. Ritual simbólico, que no le aparta, por otra
parte, de seguir llevando luego una vida de consciencia y de impecabilidad en
todo.
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