Este artículo
plantea algo que muy poca gente se
cuestiona, sobre todo cuando llega el momento. Un paradigma
universalmente aceptado por nuestro mundo: la aberración del llamado
"parto tecnológico" y del paradigma del "parto=dolor". Algo de
una trascendencia extrema y definitiva en nuestro estado de conciencia
respecto a lo que es el mundo y la forma en que lo vivimos. Al final del
artículo podéis acceder a un enlace sobre la aberración de la práctica
médica de la episiotomía y a la web de Casilda Rodrigañez con excelente
información sobre el tema.
Keshavananda (Jesús Gómez).
--- La primera violación, lo peor que le puede
ocurrir a cualquier criatura recién nacida es la separación de su madre,
su hábitat normal. (Nils Bergman) ---
El
Paradigma "Parirás con dolor" - La separación del principio
Madre
María ingresa al recinto destinado para que las madres embarazadas
traigan al mundo a sus muchacho/as, y mientras las contracciones se
suceden, ella grita y grita y grita porque no sabe que también puede
cantar, y si ella mirara más sus adentros, podría crear ese sonido
primordial que la habría de apoyar a lograr la melodía del tiempo
perfecto para el nacimiento de su hija/o.
Entretanto, una de las enfermeras le dice con ironía: “¿Así gritabas
cuando te estaban montando ese muchachito?... ahora es que estás viendo
y sintiendo lo que es bueno”. Pasa por allí otra enfermera y riendo le
argumenta: ¡Ay mijita mientras más grites, más dolor y dolor y dolor!.
Entonces María que se siente aturdida y sola ahora llora, porque está
confundiendo contracción con dolor, ahora llora resignada hacia lo que
mira a su alrededor, creyendo que esto es la vida.
¿Dónde se encuentra María, que se siente tan solita, insegura,
vacilante, sensible e irrespetada?
Casilda Rodrigañez Bustos es una mujer que nos invita a reflexionar en
nuestra tarea como Evas, hembras, Venus, mujeres. Ha sido una gran
estudiosa de las causas por las cuales nos hemos separado tantísimo de
lo que somos. De nuestra tarea primordial de consolidación del cielo en
la Tierra y del desarrollo primordial de favorecer la convivencia, la
paz y la armonía, en la grande y sublime tarea de ser madres.
Cuando leemos a Casilda en sus escritos, se nos abren las puertas del
entendimiento, reconociendo las causas de nuestra inseguridad ante la
vida. ¿Alguna vez nos hemos preguntado, aunque sea de lejitos por qué
parir con dolor, cuando al abrir los caminos de la llegada de un ser al
mundo, imperó el placer y la entrega y por lo tanto, lo que debería
haber, sino placer, por lo menos entrega sincera y comprometida?... si
no te has hecho esta pregunta, es bueno que la hagas y escuches tus
respuestas… de seguro, entre las tantas causas que puedan surgir en las
respuestas, puede tener peso el hecho de que damos por sentado, como
manera inevitable, que para parir está implícito el dolor.
Cito de manera textual parte del artículo “Tejer la urdimbre” de Casilda
Rodrigañez, para que en lo entrañable de nuestro ser identifiquemos
aspectos que nos llevan a establecer el paradigma “parirás con dolor”
como una cierta verdad: “Es decir, que a la espiral de la
carencia->miedo-a-carecer->miedo al-abandono->miedo-a-la-muerte,
reaccionamos con la espiral del
llanto->resignación->acorazamiento->sumisión”.
Dolor… dolor… ¿dolor a qué? María pariendo, está en una condición en la
que recrea su propio nacimiento y todo humano que ha nacido sin respeto
a su Ser Divino juega entre la carencia, el miedo, el abandono y el
miedo a morir.
María está solita, no la acompaña ni su pareja, ni familiar cercano,
(así se lo han impuesto en el lugar donde está siendo atendida) por lo
que el sentimiento activo de soledad en su niña interior está en pleno
apogeo. María sentía que al gritar a nadie ofendía, tan solo estaba en
la búsqueda inconsciente de activar aquella memoria reptil que la apoya
en la supervivencia. María se conforma y la mejor manera es llorando
calladita, resignada a su situación creándose una máscara para que nadie
sepa cuanto sufre y agachando la cabeza ante los especialistas que
“dicen la verdad”. Ella espera que le den las señales para salir cuanto
antes de ese atoro llamado parir. Porque María, sin saberlo, está
poniendo afuera su Poder y lo está entregando a otros. ¡Ah! y María se
olvidó que para parir también puede participar, participar y participar
con placer.
El diccionario de sinónimos de Fernando Corripio de Ediciones Bruguera
nos dice lo siguiente con respecto al dolor: sufrimiento, daño,
suplicio, tormento, padecimiento, congoja, tortura, aflicción, calvario,
martirio, pena, angustia, desazón, pesar, contrición, lamento, queja.
¿Con cuál de estos significados relacionas más tu sentir del “dolor”?
¡Por allí hay que empezar a sanar nuestro criterio y paradigma acerca
del dolor! Al conocer la profundidad de nuestros miedos y carencias, de
esa ausencia repleta de escasez y privaciones en el sentido comunitario
y cooperativo de otras épocas ancestrales, las características de
nuestras corazas, principalmente en nuestro miedo al abandono, a ese
abandono recreado por el nacimiento nuestro, de esa sensación de ser
apartados del seno materno por horas y violentados en nuestro cuerpito
físico, traducido en el nivel de importancia que pueda tener el
acompañamiento amoroso, de nuestro sentir sagrado y del acontecer en el
comportamiento físico de nuestro cuerpo, el “parirás con dolor” se ha de
convertir en gigante de papel.
En la medida que profundicemos en nuestros modos de educación, en
nuestro modo de entregarnos al acto sexual, en la manera de escuchar a
todo el mundo e incorporando sus discursos a nuestra verdad interior, en
la manera en que solemos mirar nuestro interior dando pie a conocernos
más que a nadie, en apoyarnos con respeto, en aceptarnos en nuestra
grandeza, en revisar y leer constantemente el mundo que nos creamos, en
la medida que vamos retomando la verdadera razón de Ser Madres y
gigantes en convivencia, en la medida que rescatemos ese sentido
comunitario y cooperativo de épocas ancestrales, donde predominaba el
padre y la madre Universal, en la medida en que sintamos que hemos
retomado el poder, en esa medida lograremos trascender los criterios del
“Parirás con dolor”.
El “Parirás con dolor” será una pompa de espuma el día que decidamos
asumirnos en comunión con la maternidad, con nuestro género, con nuestra
sexualidad, con nuestra genitalidad. El día que rompamos la cadena
escuchando que vivir se trata de un orgasmo eterno, de un grito melódico
que puebla la Tierra. Ese día, podremos decir que estamos participando
de manera protagónica con el acto de parir. Y ese día el llamado dolor
no será más que una pompa de espuma que baila al son del viento,
integrándose con la tierra, el agua, el fuego - ese día está llegando y
tú formas parte de esa complitud.
¡Ese día, compañeros y compañeras, ese día, estaremos facilitando y
exigiendo al mundo, con total respeto, el tiempo para nacer, en armonía,
calidad y alegría!
¡¡RESPETEMOS Y HAGAMOS RESPETAR EL TIEMPO DEL NACIMIENTO!!
(Artículo aparecido en www.portaldorado.com
en agosto-2006)
►
No a la
práctica médica de la episiotomía
Si quieres conocer más puedes consultar la
página web de Casilda Rodrigañez:
El matricidio de nuestra civilización - la separación del principio
de la Madre:
www.casildarodriganez.org
otros artículos sobre tantra
|