Estimados trabajadores de la luz,
En estos
intensos y decisivos momentos por los que está
pasando nuestro mundo, donde un nuevo ser humano y
una nueva tierra ascendida se están gestando dentro
de un gran cambio energético que corresponde a una
nueva era cósmica, existe una herramienta para hacer
frente a toda la inmensidad de cambios y
acontecimientos que van apareciendo en nuestra vidas
tanto a nivel individual como colectivo: El Perdón.
Nos
estamos enfrentando tanto en lo individual como en
lo colectivo al deshacimiento de un viejo mundo
basado en el ego, una vieja conciencia basada en la
visión limitante del miedo y la separación que ha
dominado la mente humana durante milenios. Esta
vieja conciencia ha creado un mundo de falsedad, de
opresión, de control, de explotación y de guerra
basado primordialmente en la conciencia del temor
que podemos ver reflejado en todo nuestro mundo.
Este mundo es el que aparatosa y aceleradamente se
derrumba ahora, haciendo emerger por todos los
sitios y cada vez más de una forma más rápida, la
oscuridad, todo lo que había permanecido oculto a
los ojos de la luz, a los ojos de la conciencia. La
Tierra misma comienza a devolvernos de forma cada
vez más rápida las consecuencias de lo que en
nuestra inconsciencia pensábamos que nunca tendría
efectos.
Todo
este afloramiento de cambios, sucesos y
acontecimiento no es si no una gran limpieza. Lo
hemos dicho muchas veces: la oscuridad no es más que
el reflejo de una mente dormida. No es algo a lo que
se haya que temer, si no la oportunidad de vernos a
nosotros mismos para poder elegir de nuevo el amor y
la luz.
El mundo
no existe como tal. El mundo es una creación
cuántica de la mente individual y colectiva, algo
que las tradiciones espirituales como el yoga, el
budismo, el chamanismo y cualquier otra vía
espiritual no religiosa, no se han cansado nunca de
repetir y de enseñar (véase el concepto de "maya"
de la tradición vedanta). Algo que la ciencia
comienza por fin a avalar sin paliativos. Nosotros
somos los creadores. Y los "trabajadores de la luz",
los trabajadores de la conciencia, hemos venido en
este momento para ayudar a "ensoñar" un nuevo mundo,
un nuevo mundo de luz y de amor y conforme este
nuevo mundo, esta nueva tierra, se "ensueña" en más
y más mentes sanadas del miedo y del dolor, esta
nueva tierra, este nuevo mundo, se materializa, se
precipita en la materia como un reflejo de esa nueva
conciencia.
Así que
es muy importante que ante el torbellino de
acontecimientos que están ocurriendo y que
aparecerán de forma inmediata en los meses venideros
tanto en lo individual como en lo colectivo, sepamos
posicionarnos con discernimiento para poder
preservar nuestra paz y nuestro equilibrio y poder
así seguir con nuestra maravillosa tarea de ensoñar
ese nuevo mundo. Un nuevo mundo que empieza en
nosotros mismos, una nueva dimensión, una nueva
vibración, una nueva frecuencia que tenemos que
comenzar creando cada uno de nosotros en nuestros
espacios individuales, en nuestra vida particular.
El viejo mundo comenzará sencillamente a desaparecer
en la medida en que cada uno de nosotros
sintonizamos el dial de nuestra percepción a la
frecuencia de la luz de la nueva tierra. Es
simplemente, como cuando uno sintoniza una emisora
del dial de la radio, una cuestión de frecuencia. En
que frecuencia estás, aparece uno u otro mundo. ¿Qué
mundo elijes sintonizar? y allí tendrás toda tu
experiencia de vida en la materia.
El mundo
con su devenir de aparentes sucesos y cosas tiende a
hacernos olvidar de todo esto introduciéndonos en la
ilusión de la lucha, el dolor y el sufrimiento. Aquí
volvemos a creer que el mundo es real y separado de
nosotros y entramos en la lucha de la mente por los
opuestos: lo que quiero y lo que no quiero. El miedo
ahí es inevitable y la paz y el poder se esfuman en
nosotros al habernos salido del espacio de la
energía de la entrega del corazón.
"Perdona, y verás esto de otra forma", dice Un
Curso de Milagros.
Y
continúa:
"Es
cierto que no parece que todo pesar no sea más que
una falta de perdón. No obstante, eso es lo que en
cada caso se encuentra tras la forma"... "¿Cómo
puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente o
cuándo no está alguien percibiendo la Lección que
debería aprender? ¿Parece ser real el dolor en dicha
percepción? Si lo parece, ten por seguro que no se
ha aprendido la Lección, y que en la mente que ve el
dolor a través de los ojos que ella misma dirige
permanece oculta una falta de perdón".
Y algo
fundamental para posicionarnos ante los
acontecimientos del mundo (terremotos, tsunamis,
tormentas solares, derrames de petróleo, pandemias,
crisis económicas, guerras y atentados provocados, clubs Bilderberg, iluminaties, gobierno en la
oscuridad,...):
"A todo
lo que habla de terror, responde de esta manera:
Perdonaré, y esto
desaparecerá.
Repite
estas mismas palabras ante toda aprensión,
preocupación o sufrimiento. Y entonces estarás en
posesión de la llave que abre las puertas del Cielo
y que hace que el Amor de Dios el Padre llegue por
fin hasta la tierra para elevarla hasta el Cielo".
Esa es
la visión crística, la visión del amor y del
corazón. El perdón nos saca del conflicto con
nosotros mismos y con el mundo, nos saca del ego y
nos restaura nuestro poder de cocreadores del mundo
desde la conciencia del corazón que es la entrega a
nuestro verdadero poder crístico desde el "ahora",
desde el momento presente que está más allá de las
proyecciones en el tiempo de la mente.
Hooponopono
a todo
lo que aparenta aparecer ante nosotros. Esa es la
verdadera sanación de nosotros mismos y del mundo.
Esperamos que estas palabras os ayuden en estos
tiempos maravillosos y desafiantes para la
conciencia, donde un nuevo mundo, un nuevo paradigma
emerge con fuerza cada vez en más conciencias
humanas.
Namaste.
Keshavananda (Jesús Gómez)
www.ascensionnuevatierra.es
TV-FREE
La "caja tonta" ha sido puesta ahí para "hipnotizar"
tu cerebro a la frecuencia de 60Hz. No tienes por
que mirar la "caja tonta" de Matrix. Tú no tienes
porqué estar ya ahí. Cada vez más trabajadores de la
luz tienen la caja tonta en su casa cubierta con una
tela de color luz violeta o púrpura. Otros ya hace
unos años que no la tenemos (tenemos otros altares).
¡Qué felicidad, comer sin telediarios! (Los que
todavía comen).
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